En 2017 el Producto Interno Bruto (PIB) registró un crecimiento del 1,6 %. Ello se produjo en un contexto caracterizado por las restricciones financieras, la insuficiente disponibilidad de combustibles, los efectos de la sequía y las afectaciones ocasionadas por el huracán Irma. Así lo reconoció el presidente de los Consejos de Estado y de Ministros General de Ejército Raúl Castro, durante la recién concluida Asamblea Nacional del Poder Popular.
Esa cifra se vio favorecida por el aumento en la cifra de turistas, los incrementos en los sectores del transporte, las comunicaciones, la agricultura y las construcciones, fundamentalmente.
El turismo
Según cifras del Ministerio de Turismo, al cierre de noviembre, llegaron al mayor archipiélago de Las Antillas unos cuatro millones 200 mil visitantes.
De la cifra, unos 573 mil fueron procedentes de los Estados Unidos, a pesar de las últimas medidas del presidente norteamericano Donald Trump, que obstaculizan el desarrollo normal de las relaciones entre ambos países.
Para ese sector, las prioridades se encuentran en la construcción hotelera y la renovación de otras instalaciones, así como en la consolidación de proyectos inmobiliarios asociados a campos de golf y la puesta en marcha de los denominados parques temáticos.
En la actualidad, se cuenta con cerca de 68 mil habitaciones distribuidas en una planta hotelera con más de la mitad de sus instalaciones calificadas de cuatro o cinco estrellas. En los planes hasta el 2030 está previsto construir 35 mil habitaciones, así como ejecutar 24 proyectos vinculados al golf, más de 20 relacionados con puntos náuticos o marinas y otros 47 dedicados a la aventura.
El huracán Irma
Entre los días 8 y 10 de septiembre, doce provincias del país fueron azotadas por el huracán Irma. Como resultado de ello hubo que proteger a más de un millón 800 mil personas y más de 179 mil viviendas resultaron afectadas. En general, se produjeron daños en las infraestructuras, edificaciones del sistema nacional de salud, centros docentes, la agricultura, industria azucarera, instalaciones turísticas, en las comunicaciones y en el sistema eléctrico nacional. Los daños ascendieron a 13 mil millones 185 mil pesos.
Aun están en ejecución varios programas de construcción de viviendas, un aspecto que se mantendrá como prioridad en el Plan de la Economía Nacional para el 2018.
El impacto del bloqueo
En el desempeño económico de 2017, no pueden obviarse los efectos del bloqueo económico, comercial y financiero del gobierno de los Estados Unidos.
Tan solo en el período de abril de 2016 a junio de 2017 se sitúan las pérdidas en cuatro mil 305,4 millones de dólares. Desde su imposición en 1962, el monto total de daños asciende a 130 mil 178,6 millones de dólares a precios corrientes.
Para el 2018
El Plan de la Economía y el Presupuesto del Estado para el año 2018 estima un crecimiento del PIB en el entorno del 2%, para lo cual se hace indispensable un uso más eficiente de los recursos financieros y materiales, elevar los ingresos por exportaciones, y aumentar las producciones nacionales, en particular de las relacionadas con los alimentos.
Esos desafíos deben llevarse adelante sin descuidar los programas existentes de desarrollo para generar ingresos y nuevas fuentes de empleo. A lo anterior se une la necesidad de fortalecer la inversión extranjera.
Otro reto importante es la consolidación de los principales programas de inversiones que podrán contribuir al mejoramiento de las infraestructuras y la ampliación de las fuentes de ingreso externas, aun cuando el país no renunciará a las formas de gestión no estatales en su economía.
A través del incremento de las ofertas en la red minorista, se ha preservado el equilibrio financiero interno, aunque todavía resulta insuficiente.
También deberán reducirse los pagos corrientes vencidos a los proveedores, así como buscarse la diversidad del perfil productivo.
Queda por delante en 2018, el cumplimiento de las medidas aprobadas para la transformación y el perfeccionamiento del sistema empresarial estatal, publicadas en La Gaceta Oficial Extraordinaria No. 58 y que son el resultado del proceso de cambios en el sistema empresarial que comenzó en el 2011 luego de que el 6to. Congreso del Partido Comunista de Cuba aprobara los lineamientos 6, 7 y 15, referidos en lo esencial a la separación de las funciones estatales de las empresariales; a lograr que el sistema empresarial esté formado por empresas eficientes; y a la integración del perfeccionamiento empresarial a las políticas del Modelo Económico del país.
Esa transformación repercutirá en el camino por lograr la unificación monetaria la cual sigue siendo vista como una prioridad, a pesar de que su implementación transita por considerar los tipos de cambio y la regulación tanto de los ingresos como de los subsidios a la población.