
“… seamos realistas, soñemos lo imposible”
Che
A la derecha del recinto, un póster de grandes proporciones me atrae, impresiona la mirada de la imagen protagónica, sobre la instantánea, el adagio y la referencia, “seamos realistas, soñemos lo imposible”.
Es el afiche de la editora Ocean Sur inspirado en la obra del Comandante Ernesto Guevara, punto inicial para mi itinerario, sin prisas, por la exposición bibliográfica El Che entre nosotros, en el año cincuenta de su desaparición física.
Por estos días los salones del pasillo central de la Biblioteca Nacional de Cuba José Martí, BNCJM, enaltecen sus vitrinas con esta muestra curada por Amarilys Maura Gutiérrez, técnica en montaje de Feria y Exposiciones de la institución y a cargo de estimable selección documental en diversos formatos; entre libros, carteles, prensa impresa y publicaciones periódicas, dedicadas en parte de sus contenidos a la vida y legado del legendario guerrillero.
Perteneciente a los tesoros patrimoniales de la BNCJM es la literatura activa y pasiva que por la ocasión nos muestran, cual plausibles testimonios enraizados en los pilares de la Historia, la Cultura y nuestra identidad.
Destaco entre tan prolífera muestra, los libros de Ernesto Che Guevara, Pasajes de la guerra Revolucionaria, con prefacio de Aleida Guevara; Ernesto Che Guevara. Notas de viaje. Diario en motocicleta, crónica en la que se inspiró Walter Salles para su película; Apuntes críticos a la Economía Política; y La épica del tiempo. Biografía del Che en FACSIMILARES. La mayoría de los títulos publicados por la casa editorial Ocean Sur.


Es sano mi orgullo de oficio al apreciar las fuentes periodísticas que otorgan vida a las memorias y con esa premisa aprecio algunas publicaciones impresas en la muestra; entre ellas, las noticias del diario Granma, de aquel sábado, trece de junio de 2009, al registrar el medio siglo del Primer viaje del Che con la Revolución en 1959.
Dos Especiales dominicales de Juventud Rebelde me devolvieron el domingo, ocho de junio de 1997, con páginas ilustradas bajo el sugerente título Pequeños, fijos, penetrantes ojos… Sin perder vigencia y resonancia por estos días he navegado en esa mirada inmensa y en las instantáneas captadas al Che, uno de los rostros más atractivos y fotogénicos del lente contemporáneo. Recia su personalidad. Hermosa, la sonrisa. Impactante e infinita la mirada.
Un pasaje testimonial del amor a la familia y muy especialmente a sus hijos lo percibí gracias al reportaje de Mario Jorge Muñoz que vio la luz mediática también en los Especiales dominicales de Juventud Rebelde. Era el quince de junio de 1997 cuando Aleida Guevara March, recordaba a su padre cual hombre tierno con una gran capacidad para amar y dejarse amar.
Seis años antes, en 1991, tuve la suerte de conversar con la Dra. Aleida Guevara para un Radio documental sobre su progenitor y desde entonces supe que su papá a la hora que regresara al hogar siempre los buscaba para abrazarlos muy fuerte y besarlos aunque estuvieran dormidos. Ese día también me dijo “Mi padre era así, tan tierno y amoroso, capaz de amarnos con todo lo que tenía”.

La exposición bibliográfica El Che entre nosotros contiene revistas cubanas que ponderan la obra del Comandante Guevara en portadas, especiales, en diversos géneros.
La centenaria Bohemia acompaña a otras publicaciones relevantes. Paradigma, presentada recientemente en la Biblioteca Nacional, sobresale en contenidos, diseños y elegante impresión. Editada por el Centro de Estudios CHE GUEVARA y Ocean Sur, la publicación es dirigida por Aleida March de la Torre, con Nota editorial para el número del presente mes de octubre, de Aleida Guevara, quien ratifica: “¡A 50 años del asesinato del Che apreciar su presencia multiplicada en miles de hombres y mujeres en todo el mundo, que defienden sus derechos y luchan por un mundo mejor, es vencer la muerte”.
Epílogo sentimental
He recorrido todas las vitrinas y reverencio el patrimonio que abrigan, termino la visita frente al cartel con la imagen del Che, negra boina guerrera de la estrella; sobre su cuerpo luminarias de coraje, sueños, esperanzas… Estremezco y viajo a mis recuerdos: Vivía los primeros años juveniles cuando me regalaron una copia de ese cartel acabado de salir de imprenta… Al llegar a casa con la prenda, pedí permiso a mis padres para cambiar por ese afiche del Che, la fotografía enmarcada de mis quince años que en todo su esplendor presidía la entrada del hogar familiar… Y fui complacida y fui muy feliz... ventura que resucita esta muestra y la imagen del hombre realista y soñador; valeroso y tierno, que no expira.