
Hay muy pocas fechas en el calendario que tengan la capacidad de convocar a la familia cubana a la unión y al festejo con tanta fuerza y espontaneidad como la llegada del Primero de Enero, porque ese día todos celebran, con sentido profundo, el cumpleaños de la Revolución y de todos los cubanos.
Los unen muchas cosas, pero sobre todo la alegría de saberse protagonistas desde hace seis décadas del renacer de la Patria, cuando se hicieron realidad los principios de libertad, dignidad, igualdad y soberanía por los que varias generaciones de cubanos lucharon sin descanso a lo largo de la heroica y bella historia nacional.
Se han cumplido los primeros 60 eneros revolucionarios y victoriosos, sin cejar en las convicciones, sin apartar la mirada del horizonte. En difíciles y complejas circunstancias mundiales se alza Cuba con su proyecto humanista trascendente, lleno de realizaciones incuestionables y la mochila repleta de sueños y utopías realizables.
Quizás sin reparar mucho en ello, millones de cubanos se han convertido en mujeres y hombres inmersos en una vorágine que les acompaña desde que nacieron: la Revolución, soñada por tantos que no llegaron a verla convertida en lo posible, y atestiguada por otros que no tuvieron que soñar su comienzo porque ya estaba a su alcance.
Pero esa excepcionalidad, común para los cubanos, no es un milagro ni un viraje caprichoso de la historia. Ha sido el resultado de la entrega indetenible e incondicional de sus antecesores y un esfuerzo definitorio de los padres, que lo apostaron todo para fortalecer la dignidad alcanzada con el triunfo revolucionario.
Fue en la noche del Primero de Enero de 1959, desde el balcón del edificio de Gobierno Provincial de Santiago de Cuba, ante decenas de miles de santiagueros congregados en el Parque Céspedes de esa ciudad, que el Comandante en Jefe Fidel Castro anunciaba:
“La Revolución empieza ahora, la Revolución no será una tarea fácil, la Revolución será una empresa dura y llena de peligros… La Revolución no se podrá hacer en un día, pero tengan la seguridad de que la Revolución la hacemos, tengan la seguridad de que por primera vez, de verdad, la República será eternamente libre y el pueblo tendrá lo que merece”.
Aquella promesa de Fidel hace 60 años ha sido una hermosa realidad, porque la Revolución se ha hecho y se seguirá haciendo cada día, elevando sus conquistas con el esfuerzo y la entrega de los cubanos, especialmente de sus jóvenes, que tienen y tendrán como principal misión cuidarla siempre.
Las banderas de la Revolución continúan ondeando invictas y para siempre en el viento ardiente de la Patria libre, a pesar de los intentos enemigos por destruirla.
Toca a las actuales generaciones hacerla cada vez más grande, a partir de su experiencia de 60 eneros, para legar a los hijos un país donde sea infinita la vocación por cultivar la dignidad.
Brindemos por lo conquistado y por las nuevas victorias de los próximos combates, por la Patria y por la vida misma. Brindemos por los que hicieron posible la alegría de la victoria del Primero de Enero que será definitiva y por los sueños convertidos en realidad.
Santiago de Cuba será nuevamente digna anfitriona del acto central por la extraordinaria efemérides, donde se reunirán miles de santiagueros en representación de toda Cuba.
Como expresara un mensaje de la Presidencia del país: “Celebraremos el aniversario 60 del triunfo de la Revolución cubana frente a Fidel, a Martí, a Céspedes y Mariana Grajales”, en el cementerio de Santa Ifigenia.
El año 2019 estará colmado de nuevas tareas y múltiples motivaciones. Con la convicción y la íntima satisfacción de haber librado una batalla victoriosa que dura ya seis décadas, Cuba festeja este singular momento de su historia.
El Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba, Miguel Díaz Canel Bermúdez en fecha cercana anunciaba que el 2019… “será un año de desafíos, combates y victorias e iremos por más”. A esa convocatoria se sumarán las actuales y futuras generaciones, convencidas de que como afirmara el Comandante en Jefe: “el pueblo cubano vencerá”.
¡Muchas felicidades aguerrido pueblo cubano!