José Martí y su vínculo con el arte y la cultura

El Apóstol de la independencia de Cuba, José Martí, afirmó que el amor al arte aquilata el alma y la enardece, y hoy a 130 años de la caída en combate del héroe se aviva aún más el sentimiento de mantener fuerte los valores culturales.
La frase la patentizó el Maestro en un trabajo sobre Oscar Wilde (escritor y poeta irlandés autor de la obra “El fantasma de Canterville y otros relatos”), y a su vez, fue publicado en el diario La Nación, de Buenos Aires, Argentina, en diciembre de 1882.
En el citado trabajo el apóstol aseguró que “un bello cuadro, una límpida estatua, un juguete artístico, una linda flor en lindo vaso pone sonrisas en los labios donde morían tal vez pocos momentos antes las lágrimas”.
Martí igualmente destacó: “en el placer de conocer lo hermoso, que mejora y fortifica está el placer de poseer lo hermoso que nos deja contentos de nosotros mismos”.
El autor de “La Edad de Oro” señaló, además, en un comentario acerca de la obra “Alba de Cuba”, de Rafael de la Cova, publicado en Patria el 12 de agosto de 1893, que el arte afirma sus propios sentimientos, los cuales crecen en el alma si se tienen delante de los ojos en forma bella y agraciada.
Dícese arte, y siéntese la voluntad encadenada a extraña y poderosa fuerza, y levantada la inspiración, y como cumplida una alegría, y regocijada y agradecida una ventura, puntualizó.
No hay manifestación, actividad de la vida cotidiana contemporánea en Cuba, pensamiento o movimiento que se hagan los cuales no estén presentes las ideas de Martí.
En el círculo político, militar, social, cultural, educativo, científico, tecnológico, sanitario, y todas las esferas llevan el sello del héroe de las guerras de independencia, tanto en la sociedad cubana, como en otras del mundo.
Para Martí “Arte es huir de lo mezquino, y afirmarse en lo grande, y olvidarse, y enaltecerse y vivir”, pero también hizo alusión acerca de cómo debían ser juzgadas las obras de arte.
De acuerdo a sus consideraciones, el arte aviva, agranda y estimula el ojo y ennoblece y da perfección fácil y ansia de toda cultura.
Y aseveró: “El arte no puede, lo afirmo en términos absolutos, ser realista, pierde lo más bello, lo personal”.
Toda esa belleza de lenguaje, pluma cual ala de colibrí o sus más profundos deseos de ver a su patria libre merecen honrar a José Martí, un hombre débil de salud, pero no de alma.
Fuente: Prensa Latina