Radioarte y Casa Editora Abril presentan cuentos de La Edad de Oro en formato de audiolibro

En el Salón de Mayo del Pabellón Cuba se presentó el proyecto de audiolibros que para la próxima Feria Internacional del Libro de La Habana 2025 propone una curiosa alianza entre la Casa Productora de programas dramatizados Radioarte y la editorial Abril. El evento fue diseñado a través de tres paneles, y como moderador fungió Jorge Sariol, periodista y radialista de experiencia, vinculado a la institución literaria.
Para ilustrar la concepción y desarrollo del proyecto, se ofreció un video de la joven periodista Elena Godínez, que recreó el quehacer de locutores, actores, asesores y directores en la obra martiana. Tras esta exhibición, intervinieron los realizadores de la radio para comentar el proceso creativo. La directora de Radioarte, Vivian Myrie García, presentó a los integrantes del equipo y sus diferentes especialidades. También se refirió a los valores que percibe en este formato, muy vinculado a la dramaturgia radiofónica, que es la esencia de esa casa productora.

El director de la producción, Manuel Ramírez Hera -quien además interpreta las voces de varios personajes, al igual que la talentosa y joven actriz Greta Romero López- transmitió sus experiencias desde sus conocimientos pedagógicos, cuando era maestro de niños con deficiencias visuales y él se transformaba en narrador y amenizaba, matizando, los distintos parlamentos. En este caso, la producción es similar a una lectura, y se graba ininterrumpidamente todo el texto con sus matices, para que fluya. Se respeta la escritura del libro de principio a fin. Luego se edita con la música confeccionada para las transiciones.
El asesor Dayron Bejerano recalcó cómo se adapta el libro, de manera muy parecida a un programa dramatizado o a un podcast. Es la radio en un nuevo formato, se escucha cuando se desea, no según una programación establecida. Puede ser empleado en las escuelas, los hogares, acompañando otras labores, cuando las personas no tienen tiempo para leer, y de esta forma se crean imágenes mentales, se disfruta de los conflictos, se aprende. Subrayó que este es un formato muy inclusivo, pues se revela extremadamente útil para personas con distintas discapacidades.
Raúl Pérez, realizador de sonido y musicalizador, hizo notar su felicidad al participar de tamaña obra, que fue realizada en los estudios en horario nocturno, buscando la tranquilidad y la concentración. Su trabajo fue fundamental en el logro de las transiciones y otras magias, recurriendo a su fantasía, que guarda desde la niñez.
La directora de la editorial EnVivo, Dra. Norma Gálvez, intervino para sumarse a la proposición tecnológica y artística, no solo con libros infantiles, sino con biografías, historia y críticas que son temas y contenidos del perfil de la institución que dirige, y que pueden ser del interés de este tipo de audiencia, por ejemplo: la vida de estrellas como Rosita Fornés, y actores queridos y populares como Consuelito Vidal y Germán Pinelli. Destacó que hay audiolibros producidos en otras latitudes que pueden provocar aburrimiento, pero con la dinámica de trabajo y creatividad mostrada por el equipo de Radioarte, el resultado será muy distinto.

El segundo panel, estuvo integrado por el equipo de la editorial Abril. Miguel Cruz, su director, recordó que con el audiolibro se vuelve a los inicios de la literatura, al tiempo de los juglares que pasaban de ciudad en ciudad y pueblo en pueblo llevando las historias; a los narradores orales y su valor de narrar en vivo, de transmitir directamente, algo que puso en duda el impacto de la palabra escrita, cuando se inventó la imprenta. Así, a pesar de los siglos, sigue el gusto por escuchar historias, y de esto se ocupa este formato. Para el niño es vital, lo necesita, sobre todo cuando aun no sabe leer.
La editora Nayelis Herrera Martínez describió cómo se inició el proyecto con los clásicos infantiles, pues se necesitaban autores y obras que fueran considerados referentes, y nada mejor que José Martí y La Edad de Oro, un libro muy versátil, no solo porque aparece como escritor sino también como traductor de grandes obras de su tiempo, como la fábula de Laboulaye y Meñique. Tal es su maestría, que no hay que cambiar casi nada para la adaptación. A pesar de eso, se revisaron otras ediciones, otras versiones. También, por ejemplo, para la ilustración, pues en eso se relaciona con el programa dramatizado, que se escogen determinados momentos importantes para reflejarlos en imágenes, es una decisión relevante.
La reconocida ilustradora Hanna Chomenko, quien se encuentra al frente de esta especialidad en Abril, compartió sus criterios y experiencias al respecto, añadiendo que la imagen también promueve valores, simpatías y rechazos. Cada ilustrador tiene sus paradigmas estéticos, porque hay escuelas de ilustración americanas, europeas, asiáticas, pero hay pautas universales que se emplean para la mejor comprensión. Cada etapa, medio y género tiene sus matices y particularidades. Es importante ser coherente con el texto y consigo mismo como artista. El ilustrador tiene que ser un lector, meterse en la historia, emocionarse. Es un proceso intelectivo, pero también emotivo. Debe seleccionar muy cuidadosamente dónde ilustrar y dónde ubicar el texto. El diseñador es el puente entre la ilustración y la edición. El audiolibro tiene la ventaja de ser un formato actualizado, acorde a los nuevos tiempos.

Santiago Jerez Mustelier, subdirector de la Casa Editora Abril, manifestó que otras editoriales han tomado esta iniciativa, por ejemplo, Gente Nueva, que presentó en la Feria Internacional del Libro de 2023 un proyecto de varios ejemplares en audiolibro, además de Ediciones La Luz, de Holguín, y la habanera Capitán San Luis, las cuales también han optado por este formato. Sin embargo, en la especial relación con Radioarte ha sido pionera Abril.
El tercer panel estuvo integrado por los responsables de la parte tecnológica del proyecto, Reinaldo García Maturell, y Suany Leyva, directora de operaciones, quienes pretenden que la literatura llegue a través del formato digital. Esta empresa inicia sus labores desde la pandemia, en 2020, cuando se volcó el interés hacia el universo virtual. Comenzaron con la editorial Pueblo y Educación, un nuevo perfil que se suma a la producción de videojuegos y realidad aumentada. A esta se sumó Gente Nueva, cuya colección fue presentada el año pasado. Por el tema de los costos es que se complejiza el trabajo.
No obstante, Leyva expresó que los productos digitales son más alcanzables, porque se evitan los gastos de materiales poligráficos, y, además, pueden trascender el marco nacional. Abren el camino a los productos físicos, les dan una nueva vida; por ejemplo, los libros científicos actualizados con esta tecnología en cuanto a imágenes y videos, inmersiones, etc. Se comunica la ciencia en códigos tecnológicos actuales, se potencian los valores y se diversifican los formatos. Pesan menos, son portables y resultan inclusivos para personas que no poseen todas las capacidades.
García Maturell añadió que las librerías cubanas ya están instrumentando sus perfiles virtuales en diferentes plataformas y aplicaciones como Citmatel, Enzona, Transfermóvil y Apklis para la adquisición de los ejemplares, especialmente de literatura para la infancia. Se realiza la promoción a través de juegos libres de descarga para niños y adolescentes con personajes de las historias, que fomentan la lectura y forman un público que en Cuba todavía no está bien definido, porque las formas de este consumo no están muy aceptadas y por eso se desea ofrecer otras alternativas. Se estudian otras vías de promoción, como los resúmenes de las obras y las reseñas.
Suany Leyva destacó que otras casas editoras se han acercado a ellos, como la Pablo de la Torriente Brau, Verde Olivo y la editorial de la Mujer. El audiolibro es un formato muy viable, pues, por ejemplo, es más fácil de producir para el público invidente que un libro en Braille, y es muy importante para rescatar valores educativos y culturales. Se puede vivir con ellos una experiencia más enriquecedora, con contenidos de calidad que se pierden en las editoriales cubanas.
La periodista María de los Ángeles Romero intervino para subrayar la necesidad de defender la propiedad intelectual desde Cuba, de valorar a los creadores y a los productores de la Radio Cubana; que aparezcan en los sitios con su imagen, datos y entrevistas; que se acrediten bien y se visibilicen; pues se da el caso de que se localizan las obras y autores cubanos en países, incluso lejanos, y no se reconocen sus derechos.
Reinaldo García Maturell apoyó esta aseveración, pues debe consultarse al autor en su derecho a realizar o no un audiolibro, habría que modificar cláusulas en los contratos que incluyeran esta producción y su consentimiento. Todos los colectivos deben ser visibles en cada perfil de cada editorial que emplee estos formatos y procesos. Así, se declararon comprometidos en fortalecer el derecho de autor, pero reconocen que aun falta esa exclusividad que debe existir para la creación.

Como cierre de la presentación, se exhibió un collage visual con las obras que se trabajaron como audiolibros, acompañadas del soporte de imágenes que mostraban una singular belleza, un fino envoltorio que atesora una de las mejores opciones actuales para recibir buena literatura, sobre todo en las primeras edades de la vida.
Fotos: Alina Iglesias Regueyra