Alfonsín Quintana, voz destacada de la canción romántica en Cuba

Una de las voces reconocidas de la música tradicional cubana -especialmente del bolero- es Alfonsín Quintana. Su obra marca un periodo significativo en la historia de esta manifestación artística, destacándose como intérprete ilustre de la canción romántica.
Idelfonso Quintana Fabelo, como era su nombre real, nació en la barriada de Jesús María, en La Habana Vieja, el 23 de enero de 1923.
Desde muy joven mostró un interés innato por la música, su talento y carisma lo llevaron a convertirse en una de las figuras más queridas y respetadas en el ámbito musical. Su profundo sentido del ritmo y el inconfundible timbre de voz, cautivaron a multitudes, permitiéndole dejar una huella imborrable en cada presentación.

La vida artística de Alfonsín Quintana comenzó en el año 1938, cuando el pianista Neno González, director de la orquesta del mismo nombre, lo recomendó a los integrantes del septeto Jóvenes del Cayo para que fungiera como su director.
Dos años más tarde fue contratado por la emisora radial COCO para que cantara con la orquesta Ideal, de Joseíto Valdés, y con la de Cheo Belén Puig, aunque siguió su trabajo como director y cantante con los Jóvenes del Cayo hasta 1960, cuando el conjunto se desintegró. No obstante, continuaron trabajando unidos hasta 1963 para honrar compromisos contraídos; a partir de ese momento Alfonsín inició su carrera en solitario.
En 1964, independientemente de seguir trabajando como solista, formó un grupo acompañante, con el que se presentó durante 17 años en el cabaret Turquino, del hotel Habana Libre; en Tropicana, el Internacional, el Parisién y en otros espacios de la capital cubana.
Su trabajo quedó grabado en varios registros discográficos y aún conserva su vigencia entre quienes gustan de la música romántica.
Un aspecto notable de su carrera fue su capacidad para adaptarse a los cambios en el estilo musical, fusionando ritmos tradicionales con influencias modernas.
El 3 de marzo de 2023, el mundo musical lamentó el fallecimiento de Alfonsín Quintana, un momento que marcó el fin de una era, pero también un motivo para recordar y celebrar su legado, que perdurará, no solo en la memoria colectiva de Cuba, sino también en el corazón de quienes aprecian la belleza de su música.
Su contribución a la música popular es un recordatorio de que el arte es capaz de resistir el paso del tiempo, conectando a las personas a través de emociones universales.