Significación de la mujer en José Martí

Férreo ha sido el paradigma patriarcal de la sociedad para reconocer los valores y capacidades de la mujer. Estigma de siglos, que no fue menos en La Habana de los tiempos coloniales, aquella donde creció José Martí y encontró la mujer, dependiendo del hombre.
Martí fue el único varón de la prole familiar, el primogénito creció entre siete hermanas, al calor de la madre, en una ciudad que respiraba a salitre y a esclavos, entre látigos y rones, y desde la infancia vio cómo eran diferentes la educación y el trato que recibían hembras y varones.

La mujer debía convertirse en la compañera del hombre y depender de este, por tanto, ser madre y esposa era la bendición ansiada para las futuras jóvenes.
Lo contrario serían los hábitos que no siempre hablaban de vocación religiosa, o de la soltería entre sobrinos, a la manera de una pesada carga familiar, a la que contribuirían con trabajos domésticos o alguna costura para sobrevivir y aportar a la pobre economía de los suyos.

La esposa debía ser entonces, el hogar cálido y manso, el silencio acogedor tras la fatiga del trabajo y de las contradicciones del existir, amorosa en el lecho, sumisa, y presta siempre a la crianza de los hijos.
Tal era el paradigma que conoció José Martí donde nació, como en las tierras del destierro, tanto en España como en América.
Cita en Enciclopedia es una realización de Ignacio Cruz Ortega; en la entrega del sonido Julio Cardet Leyva; la asesora es Mabel Díaz; y en la locución, Marta Ríos y María Ercilia.