Ecosistema manglar, por la biodiversidad y conservación

Haciendo honor al Día Internacional para la Defensa del Ecosistema Manglar, que se celebra cada 26 de julio, Cuba muestra positivos resultados en su protección en varios lugares de su archipiélago, fundamentalmente en la Ciénaga de Zapata, la más extensa zona de manglares y mejor conservada del Caribe Insular, con cuatro tipos de mangles en su humedal.
También considerada Inmensa Reserva de la Biosfera, con una extensión de más de seis mil kilómetros cuadrados, alberga una gran cantidad de especies que son orgullo nacional.
El llamado en esta fecha a la comunidad internacional se basa en el cambio climático, que viene agravando y agravará aun más los problemas ambientales, convirtiéndose en un factor determinante del desarrollo sostenible.

Considerando esa situación, el Estado cubano refuerza la protección del medio ambiente y los recursos naturales del país, reconociendo su estrecha vinculación con el desarrollo económico y social sostenible para hacer más racional la vida humana y asegurar la supervivencia, el bienestar y la seguridad de las generaciones actuales y futuras.
En Cuba, una alianza estratégica de varias décadas con el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, el Fondo Mundial para el Medio Ambiente y otros organismos internacionales, muestra relevantes logros, entre ellos la consolidación de áreas protegidas, que abarcan sus ecosistemas más importantes, y el fortalecimiento de capacidades institucionales, científicas y técnicas que facilitan la toma de decisiones para sobreponerse a los cambios repentinos o violentos en el hábitat.
Precisamente, al ecosistema manglar se le destinan múltiples proyectos y recursos de protección para evitar que continúe degradándose -lo cual también se aplica a los restantes ecosistemas- y poder hacer un uso racional de este, toda vez que se trata de un complejo dinámico de comunidades vegetales, animales, microorganismos y medio no viviente que actúa como una unidad funcional y posibilita el sustento de la existencia humana.
La importancia vital de los manglares radica en sus escurrimientos de agua dulce donde subsisten los hábitats aéreos, terrestres y sumergidos, todo en estrecha relación. Muchas veces los bosques de mangles alcanzan una altura hasta de 25 metros, gracias al agua dulce y los nutrientes que obtiene de las bondades del ecosistema, además de que producen gran cantidad de sedimentos, a lo cual se asocia siempre una rica y diversa fauna.
No es un secreto que de sus raíces sumergidas se alimentan gran cantidad de peces y especies de invertebrados. ¡Cuánto de bueno nos aportan los manglares en la protección de las costas ante la erosión del oleaje, el viento y las corrientes marinas!
Por eso el llamado constante a diseminarlos de forma controlada y protegerlos. ¡Cuidemos siempre los mangles, para la vida!