Mario Alberto Machado Rodríguez: algo más que sonido enciclopédico en el recuerdo

Mejor conocido por su primer apellido, Mario Alberto Machado Rodríguez fue, además de un excelente amigo y cómplice de travesuras, un realizador de sonido con todas las de la ley, en las varias décadas en que prestó sus servicios profesionales a Radio Enciclopedia.
Colaboraba con sus juicios y experiencia en que los programas salieran con óptima calidad, sin dejar de lado su sonrisa, su peculiar sarcasmo, sus ocurrencias, que hacían muy placentero el trabajo a su lado. Siempre presto a las necesidades del guionista y el director, se convertía su mano derecha y su mejor apoyo para sacar el máximo provecho a los recursos sonoros que exigía la labor.
Pero, además de diseñar sonoramente los distintos espacios a su cargo, Machado poseía otras dotes artísticas que implicaban el diseño, pero esta vez visual y literario, pues pintaba y escribía con modestia y primor. Así afloraban, en cuanto se avecinaba una fecha relevante del devenir de la emisora, de la radio cubana, o cualquier otra efeméride que lo inspirara, sus obras de vivos matices y cierto toque naif que agradaban la vista de los espectadores, así como sus poemas, aunque la literatura no fue de las disciplinas artísticas más desarrolladas por él. Entonces, haciendo gala de esas otras pasiones inspiradoras, mostraba en locales discretos o bien visibles sus obras de artes plásticas, generalmente realizadas en la técnica pictórica del puntillismo, que tanto le acomodaba y tan bien le resultaba.
Para su alegría y satisfacción personal y artística, Machado contaba con el apoyo incondicional de los jóvenes creadores de la emisora, quienes lo mismo escribíamos sus palabras al catálogo, que promovíamos su creación en distintos programas de la planta. Y aun más: el colectivo de Radio Enciclopedia se daba cita en las inauguraciones de sus muestras expositivas, que celebrábamos en grande junto a sus más cercanos amigos y familiares. Para aquellas inauguraciones, igual nos agasajaba a los asistentes con platillos y dulces de su inspiración, muy apetitosos, cuyas recetas compartía luego con el mismo gusto con que los había elaborado.
Como testimonio de ello queda en la memoria, su exposición Flores de Marzo en el Museo de la Revolución, antiguo Palacio Presidencial, en La Habana Vieja, que fue inaugurada el 8 de marzo de 1997, inspirada en las mujeres que trabajábamos en la emisora, en deidades afrocubanas y otras féminas que habían dejado una huella en su vida. En el mismo año, pero en noviembre, vio la luz la muestra por el aniversario 35 de Radio Enciclopedia, que se cumplía el día 7, esta vez en el Castillo de los Tres Reyes Magos del Morro, también en la capital cubana. En ambas ocasiones su obra fue divulgada en reseñas críticas que escribimos para el sitio web de la emisora y algunos programas, y quedó su memoria en las palabras al catálogo que diseñamos para la ocasión.
Otras oportunidades tuvo Mario Alberto Machado para exponer, y a ello se dedicó como parte de su vida profesional, cuando no cumplía sus turnos como realizador de sonido, pero estas son las que recuerdo, al intervenir directamente en ellas, así como en el programa Sonatina, cuyo proyecto desarrollé y realicé por aquel tiempo, al igual que otros donde aportó su mejor disposición y su conocimiento, para que la audiencia de Radio Enciclopedia, nuestra razón de ser como comunicadores, quedara satisfecha y complacida.
Igualmente, su amistad se manifestaba fuera de nuestros horarios de trabajo en la planta, pues lo mismo se preocupaba por quienes se enfermaban, como se alegraba por la llegada de nuestros hijos, y con gratitud recibíamos sus llamadas, incluso cuando ya no trabajaba en la emisora. Quede nuestro agradecimiento en estas líneas por haber compartido buenos y malos momentos con su apoyo y cariño.