Los CDR continúan siendo baluarte del barrio
Seis décadas y media marca el calendario desde el surgimiento de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) y el fervor revolucionario que le ha acompañado, sabiéndose cada cubano partícipe de su obra y de su genuino entusiasmo.
Así crecimos, junto a unos CDR colmados de tareas urgentes en cada etapa histórica, formando parte activa de una comunidad de vecinos convocada para la defensa de la Revolución desde sus inicios. Todos hemos aportado de alguna forma, como miembros de su dirección a nivel de base, en las guardias cederistas, en las reuniones combativas, en la recuperación de materias primas y las campañas de vacunación y prevención, en las movilizaciones a actividades productivas o de higienización, en las marchas a la Plaza de la Revolución o la Tribuna Antimperialista, en las donaciones de sangre para salvar vidas, por solo citar algunas.

¡Qué tareas más nobles y esenciales hemos tenido como cederistas, que solo se explican en un país en Revolución! Con esa capacidad de convocatoria para unir desde el barrio, los CDR nos siguen llamando en tiempos diferentes, y por demás difíciles, porque seguimos siendo una gran familia solidaria.
En esta combativa organización de masas hasta los niños han aprendido de ayuda, solidaridad y ahorro, de las alegres guardias pioneriles con sus fogatas y juegos, del paso de las siempre necesarias Patrullas Click por cada casa, de la atención a los problemas sociales que es necesario resolver.
Y esa familia cederista se unió más en tiempos de la pandemia Covid 19, en la ayuda a los más necesitados, sabiéndonos cerca y distantes a la vez para no contagiarnos, cuando no debíamos salir de casa ni mantener una actividad social. Cada cuadra fue la casa mayor, una vez más.
Hermosas imágenes también conservamos en estos 65 años de los días 27 de septiembre, en que -como jornada previa- desde temprano hemos preparado nuestra tradicional celebración, con mayor o menor cantidad de recursos, de acuerdo con la situación económica del país, para esperar el 28 y un nuevo aniversario, donde ha primado la alegría, el baile, la tradicional caldosa, el bullicio que generan los niños. Porque siempre celebramos contar con nuestros CDR, una genuina organización de masas que nació para quedarse.

¡Recordamos a Fidel en aquella fecha fundacional cuando anunció que se creaba un sistema colectivo de vigilancia popular para paralizar con mano de hierro las actividades criminales de los enemigos del país y de la Revolución! Así nacieron los CDR, cuando la reacción interna apoyada por el imperialismo trataba de destruir por todos los medios el poder revolucionario, y como respuesta rápida y enérgica a la necesidad de incorporar a todo el pueblo a las tareas de la defensa. Nacieron de la participación activa de las masas, de su organización, conciencia, entusiasmo y pasión creadora.
Esa ha sido la fórmula eficaz y la luz en el camino de los Comités de Defensa de la Revolución, que debemos perfeccionar y trabajar para apostar por más… para seguir recibiendo con orgullo cada aniversario.
¡Muchas felicidades cederistas!

