Sobre el libro El oscuro esplendor de Eliseo Diego

La satisfacción que produce leer un libro hermoso la enriquecen el buen gusto y la creatividad artística.
Reflexionaremos sobre un título de poesía conmovedor, El oscuro esplendor, de Eliseo Diego, Premio Nacional de Literatura en 1986.
En 71 páginas se despliegan poemas extraordinarios que emanan melodías, la cercanía de hechos remotos, la belleza de misterios insondables en temas y personajes simples, cálidos y sensaciones difíciles de apresar; entre ellas la calma. Lo describe el poeta dando riendas sueltas a su peculiaridad. “Este silencio, blanco, limitado, este silencio del mar tranquilo, inmóvil”.
Sin duda, motiva a sentirlo al elegir palabras, significaciones y su propia percepción honda al ubicarnos en la playa con un solo llamado a la calma.
Poemas breves y elocuentes atrapan por Eliseo Diego sabe transmitirnos lo exquisito de intimidades cotidianas.
Leerlo es penetrar en su mundo que hace nuestro.
Leer este volumen breve y grande; de memoria y circunstancias disímiles deviene un abrazo de despertar ante olores, atmósferas, dichas inexplicables.
En él, nuestro poeta atiende a la memoria, la penumbra, el mar, los silencios y los gestos. La familia emerge igual que la naturaleza; coincidencia nada casual. Eliseo redescubre misterios del universo ocultos en lo cotidiano. Hacer versos es una necesidad humana. También lo es disfrutarlos.
Agradecemos a Eliseo Diego la herencia de su poesía y la fortuna de otras autorías, relatos, ensayos y traducciones. En especial, nos cautiva su calidad de poeta del detalle; sabe nombrar las cosas, los objetos, los paisajes desde sus intimidades que pueden ser nuestras.
Sencillamente, nuestras desde El oscuro esplendor.