Concierto Música sin fronteras une a pueblos de Cuba y EEUU
La Orquesta Cubano-Americana de Vientos ofreció este viernes el concierto Música sin fronteras dedicado a promover el intercambio cultural y el conocimiento a través de la experiencia de la agrupación.
Integrada por instrumentistas de la Banda Nacional de Conciertos de Cuba y músicos de la Sinfónica de Vientos de la Universidad de Vanderbilt, el proyecto forma parte de la iniciativa denominada Banding Together del maestro estadounidense Thomas Verrier.
El maestro Igor Corcuera, director titular de la Banda Nacional de Conciertos de Cuba, explicó que siempre los artistas tratan de unificar los pueblos a través de la música.
“Evidentemente, aunque estemos más separados o más unidos en el tiempo que vivamos, las melodías musicales y el arte en general tienden a unificar al hombre, por tratarse de un lenguaje universal”, comentó.
“Unir a tres directores, como en este caso, también a tres solistas de distintas nacionalidades, es lo lindo que tiene este proyecto: sumar a todo el mundo”, subrayó el artista.
Corcuera declaró que en la orquesta tocan venezolanos, colombianos, de Costa Rica, estadounidenses, porque es una banda mixta y en la Universidad de Vanderbilt estudian jóvenes de distintas nacionalidades.
El director titular de la Banda Nacional de Conciertos de Cuba comentó que este fue un evento único, pero hay planes de visitar otros territorios de Cuba.
Mientras, el maestro estadounidense Thomas Verrier señaló que este encuentro fue posible para compartir culturas y unir la música de los Estados Unidos y de Cuba.
En el concierto los asistentes disfrutaron de temas del repertorio internacional y de reconocidos compositores, como Suite of Old American Dances, de Robert Russel Bennet; El Manisero, de Moisés Simons, y la Salida de la zarzuela Cecilia Valdés, de Gonzalo Roig, esta última interpretada además, por la soprano Johana Simón.
Un momento especial fue cuando el maestro Corcuera dirigió una versión a trompeta del famoso Vuelo del Moscardón, perteneciente al compositor ruso Nicolai Rimski-Kórsakov.
La Plaza de Armas, del Centro Histórico de La Habana, se llenó de público en un acto para proporcionar colaboración e interacción cultural, así como, para un intercambio musical más profundo.
Fuente: Prensa Latina
