Intelectual estadounidense: Bloqueo a Cuba es un ataque extremo
El bloqueo a Cuba es un ataque extremo a un gobierno soberano que no representa ninguna amenaza para los Estados Unidos ni para ningún otro país, afirmó en la red social X el antropólogo y profesor Jason Hickel.
En su publicación, compartida por el canciller cubano, Bruno Rodríguez, el intelectual estadounidense aseguró que el objetivo de esa política es matar de hambre y empobrecer al pueblo del mayor archipiélago de las Antillas, hasta el punto de la desesperación.
Hickel comentó que las sanciones similares impuestas a Iraq, provocaron la muerte de 500 mil niños, y el mundo estaba, con razón, indignado; pero en Cuba las cosas han sido diferentes, pues su gobierno socialista está haciendo todo lo posible para proteger a la gente del impacto.
Como resultado, si bien el bloqueo ha hecho la vida extremadamente difícil, la mortalidad infantil masiva no ha ocurrido en la isla como ocurrió en Iraq, y esto es testimonio de la resiliencia y solidaridad de la economía cubana, refiere el mensaje.
No obstante, agrega, también implica que el bloqueo no ha acaparado los titulares y la mayoría de la gente sabe poco sobre el tema.
Al respecto, el ministro cubano de Relaciones Exteriores afirmó que si los estadounidenses conocieran alcance real de daño provoca bloqueo genocida al pueblo de Cuba, sería imposible mantenerlo.
“La política de los Estados Unidos es asfixiar la economía cubana y emplear millones en desinformación para responsabilizar a Cuba de su impacto brutal”, añadió.
Para Hickel resulta urgente presionar para que se ponga fin a esta política, que calificó de cruel.
De acuerdo con el más reciente informe sobre los efectos del bloqueo económico, comercial y financiero de los Estados Unidos, que abarca entre el 1 de marzo de 2022 y el 28 de febrero de 2023, en este periodo los daños alcanzaron los cuatro mil 867 millones de dólares (405 millones mensuales).
Asimismo, indica el documento, esta política acarrea perjuicios que tienen un componente humano, que no es cuantificable, entre ellos, los niveles de desencanto, angustia, desesperación e insatisfacción de la población producto de la inestabilidad de bienes y servicios de primera necesidad y las dificultades materiales; y los daños psicológicos que generan los proyectos de vida truncados y la separación de familias en la búsqueda de sus legítimas aspiraciones al desarrollo. Fuente: Agencia Cubana de Noticias
