Lorca a dos tiempos

Lorca a dos tiempos
Presentación del cómic Lorca en Cuba, mucho Lorca Foto: Ana Gloria Delgado Rodríguez

Como parte de las actividades por el Mes de Europa en Cuba y reconociendo el Día del Idioma Español, regresó Federico García Lorca a La Habana, desde la Consejería Cultural de la Embajada de España en la capital cubana.

Un poco de España fue mostrada a los visitantes durante el tiempo de las múltiples actividades que abarcaron desde el audiovisual, la danza, presentación gastronómica y el teatro.

Por un lado, la presentación del cómic Lorca en Cuba, mucho Lorca, creación vista a la luz en este entorno por la imaginación y el genio del escritor, repentista, investigador y docente Alexis Díaz Pimienta. El soporte visual del cómic fue realizado, a su vez, por el ilustrador Joseph Ros.

Las líneas del Lorca en las ilustraciones, se manejan sutilmente en el soporte narrativo al que está supeditado. Las extremidades de los cuerpos y detalles de cada cuadro permiten crear una historia completa del mundo ficcionado en el que se encuentra el personaje. A ello agregarle los versos de las décimas en las etiquetas de texto. La imagen juega perfectamente con La Habana dentro de Lorca a su arribo, imaginado por las calles de la capital cubana. Es un juego de luces y sombras. La poesía mana de las elipsis narrativas, tanto en lo que acomete al texto, como desde lo visual.

El joven Federico toca el piano y, tal como expresa su autor, “canta en sol/y el sol lo escucha y se alegra”. A su paso por las calles, el impacto de las personas y los pequeños detalles del entorno derivan en la inspiración de este grande de las letras hispanas del siglo XX español. Así atestigua más adelante el personaje: “es cierto que hay testigos/pero esta conversación/ no es una alucinación/ ¡Las piedras hablan conmigo!

A raíz de la presentación del comic, Alexis Días Pimienta complementó el espacio festivo con su gran dote de improvisador, ello junto al Proyecto Oralitura Habana. Los visitantes tuvieron la oportunidad de participar de manera directa en el espacio mediante “pies forzados”, que no es más que la propuesta de frases o palabras para convertir en décimas. Todo ello contribuyó a homenajear a Federico García Lorca.

En un segundo apartado, se proyectó la muestra documental Un día cubano de Federico García Lorca. El director Fidel Raúl Oliva Bolívar presentó la obra y la presencia de gran parte del equipo de realización y actores. Fueron momentos emotivos en el que la remembranza y la construcción de los hechos de la visita de Lorca a La Habana. El elenco supo recrear tanto el hecho in situ como la carga sentimental y el impacto histórico de tan importante visita.

En lo gastronómico se advirtió la participación de la Federación Culinaria de Cuba. Esto supuso un ejemplo de la aprehensión de los gustos de la comida española en la sociedad cubana. Se trató de la simbiosis perfecta de lo cubano español, un deleite al paladar de la variedad y la cultura de los pueblos en su mezcla transculturada.

Igualmente, el grupo de actuación del proyecto sociocultural comunitario A compás flamenco dio muestras de su actividad con niñas y jóvenes habaneras, en la enseñanza de la danza puramente flamenca en Cuba. Las niñas en su compás marcado involucraban al público en el sentimiento del baile y el taconeo característicos, una oda a los sentidos de la más alta calidad.

La obra teatral La Casa de Bernarda Alba, teatro de sombras incorpora una riquísima reinterpretación del libreto original. Es otra de los obsequios culturales derivados de estas acciones de la embajada por honrar a Lorca. Está dirigida por Carlos Aguilar, con un grupo de actores de altísimo nivel.

Según su director, la obra es una instantánea varada en el tiempo sobre una familia muerta y que, en su luto eterno sobrecoge las almas encerradas entre las paredes de la casa.

Lorca vive una vez más en las calles y los teatros, en las terrazas, luces y oquedades de La Habana. Se permea entre los niños danzantes, los espectadores, la comida, la plástica y la música. Es una merecida conmemoración a la cultura española y de alguna manera, la impronta que ha dejado en Cuba.

Ana Gloria Delgado Rodríguez