Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana homenajea a Eusebio Leal

Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana homenajea a Eusebio Leal

Este 31 de julio se cumple otro año más del fallecimiento de un hombre inigualable, un gran intelectual y ser humano; un “Quijote humilde que despertó el cariño de millones de personas en gran parte del mundo, pero especialmente en su Patria, por la que tanto hizo”, como bien se ha expresado.

Cada año, la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, Cuba (OHCH), en esta fecha, realiza una peregrinación desde la Calle de Madera hasta donde descansa definitivamente este hacedor de sueños; un ser humano portador siempre de una vocación de servir, con una pasión indiscutible con que asumía los retos e intercambiaba con personas diferentes; alguien con un especial encanto para despertar aplausos con facilidad, para cautivar a campesinos, músicos, escritores, maestros…, al pueblo en general.

Liderados por Perla Rosales, directora general adjunta de la OHCH, trabajadores y directivos de la institución -acompañados por Javier Leal, hijo del Historiador, y otros familiares- llegaron hasta el Jardín Madre Teresa de Calcuta para recordar a Leal, quien tenía el don de emplear siempre las palabras adecuadas y al que no le importó nunca los esfuerzos personales: su estirpe, su pensamiento y voluntad estaban más allá de lo individual.


Leal siempre defendió la idea de que hay que celebrar la vida y no la muerte. Es por eso que el sentir de todos los que participaron en este momento es mantener ese concepto de lealtad, para así dar continuidad a ese pensamiento que une a todos en la OHCH, y que tiene que ver con que creemos que el mejor acto de gratitud es continuar día a día el trabajo que él inició.

Así expresó Magda Resik, directora de Comunicación de la OHCH, quien también sentenció que la virtud martiana que supo encarnar Leal hizo que además de sus talentos y capacidades lo hicieran un “hombre bueno”, defensor de sus ideas: “La mejor manera de sostener a Leal junto a nosotros y reverenciarlo es con el acto cotidiano y seguir luchando por lo que él soñó”.

Y es que el Historiador de la Ciudad de La Habana permanece aquí, guiándonos en el difícil camino de preservar las tradiciones y la espiritualidad de la otrora villa de San Cristóbal; una urbe a la que dedicó alma y esfuerzos en verla resplandecer, con sus destellos, con sus luces y sombras.

“El ser humano inteligente -continuó la también vicepresidenta de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba- tiene que ser capaz de prever y adaptarse a los tiempos que corren y en eso Leal fue un gran maestro. Es por eso que hay que creer en Cuba, como lo hizo siempre él; su Cuba que él llamo su patria amantísima”.


Luego de la colocación de ofrendas florales -también en el lugar donde descansa su madre, guía y ejemplo siempre- todos recordamos a Leal en vida, a aquel hombre que tantas enseñanzas nos dejó y que expresó en cierta ocasión que era “tan importante insertar la memoria, construir el legado y darnos cuenta de que no nos hacen falta seguidores, nos hacen falta discípulos”. Es por eso que siempre debemos seguir su camino y ejemplo, para llegar a ser verdaderos discípulos dignos de Eusebio Leal.

Como bien se escribió sobre Leal una vez, “cuando el dolor de un pueblo se muestra en silencio, en ofrendas de amor y respeto hacia el habanero que nos restauró la esperanza, cuando las muestras de afecto son tan sinceras, es seguro que el hombre no ha muerto, que sigue aquí indicándonos el camino”.

Fuente: Habana Radio

A continuación, el tributo al Historiador de La Habana, desde las instantáneas del maestro Julio Larramendi.

Redacción Radio Enciclopedia