El próximo viernes 28 de febrero, el firmamento será testigo de un espectáculo cósmico irrepetible: una alineación planetaria que no volverá a ocurrir hasta el año 2492.
El próximo viernes 28 de febrero, el firmamento será testigo de un espectáculo cósmico irrepetible: una alineación planetaria que no volverá a ocurrir hasta el año 2492.