Fueron entrando al Salón Portocarrero del Palacio de la Revolución mujeres y hombres a quienes debemos la sobrevida; a quienes la Patria debe, como a tantos otros cubanos, su integridad física y espiritual.
Fueron entrando al Salón Portocarrero del Palacio de la Revolución mujeres y hombres a quienes debemos la sobrevida; a quienes la Patria debe, como a tantos otros cubanos, su integridad física y espiritual.