Seis parejas de imágenes componen la obra de Sato, cuyos protagonistas son escenarios habaneros que lo atrajeron desde su primera visita en 1997 y que volvió a retratar 27 años después.
Seis parejas de imágenes componen la obra de Sato, cuyos protagonistas son escenarios habaneros que lo atrajeron desde su primera visita en 1997 y que volvió a retratar 27 años después.