Maffo: el asedio convertido en heroica batalla

“Hoy, a las 5 y 30 de la tarde, la fortaleza del BANFAIC (Banco de Fomento Agrícola e Industrial de Cuba) cayó al fin en nuestras manos…” Así comenzaba uno de los párrafos del parte que emitió Fidel el 30 de diciembre de 1958, después que las tropas del Ejército Rebelde, tras tenaz y enconada lucha, lograran tomar las sólidas naves-almacenes de la institución “agrícola e industrial” que el propio régimen proimperialista creara para atenuar la oposición del campesinado cubano, con farsas que después profundizaban su explotación.
Maffo había sido tomado y, como consignaba Fidel en el propio parte, “al caer Maffo no queda una sola fuerza enemiga entre Bayamo y Santiago de Cuba”.
Enclavado en la vertiente norte de la Sierra Maestra, a escasos kilómetros de Contramaestre, el poblado de Maffo fue antaño un importante centro comercial y de comunicación. Desde el punto militar, Maffo era una plaza de suma importancia para la tiranía como centro de operaciones, tanto ofensiva como defensivamente.
El ataque a Maffo, dirigida por el Comandante en Jefe Fidel Castro, comenzó en los momentos en que, en todo el país, las fuerzas rebeldes desarrollaban una violenta ofensiva para liquidar, de una vez y por todas, las fuerzas militares del régimen de oprobios. En la antigua provincia de Oriente, en esos días, se libraban combates de singular importancia, decisivos, que como quedaría demostrado pocas horas después de la caída de Maffo, pondrían en fuga al tirano de turno.
Maffo era un punto más dentro del contexto de la ofensiva militar general del Ejército Rebelde. Liquidarlo era vital para poner en jaque a las fuerzas enemigas en Bayamo y en Santiago. Por eso sus pobladores también afrontaron todos los peligros y ayudaron a los rebeldes, con avituallamientos, atención a los heridos, manteniendo el orden.
Aislados del acontecer bélico de todo el país, los soldados de la tiranía esperaban el refuerzo que les prometían por radio sus superiores que, conocedores de la importancia de ese punto, se dedicaron a integrar la fuerza de Maffo con varios connotados criminales de guerra, sabiendo que ésos, por temor a la justicia revolucionaria, combatirían con denuedo para salvar la vida.
A pesar de ello, el oficial de la tiranía y los 150 soldados y oficiales que mandaba fueron perdiendo terreno día a día. En gesto desesperado la aviación enemiga bombardeaba y ametrallaba indiscriminadamente el poblado y los alrededores del almacén donde estaban acantonados los guardias enemigos; en decenas de viviendas quedaron las perforaciones de los proyectiles.
La respuesta masiva del pueblo no se hizo esperar. Se escribieron allí páginas de hermoso valor y heroísmo, al costo de cuatro muertes y 20 heridos, y magnificaba para la historia el valor del sacrificio de aquellos hombres de pueblo que derramaron su sangre en la lucha.
Después de 20 días de fuertes combates, las tropas del primer y tercer Frente Oriental se unirían a las del segundo Frente en Palma Soriano, para el asalto final a la ciudad de Santiago de Cuba.
Hoy, como hace 65 años, los pobladores de Contramaestre ratifican su lealtad a los que protagonizaron el triunfo y confirman el orgullo revolucionario por su hermosa historia. Será momento propicio para la entrega de carnés del Partido y de la UJC, así como reconocimientos a bloques y delegaciones de la FMC, y sindicatos.