Presencia del art déco en el cementerio de La Habana

Numerosos son los ejemplos de art déco en el mayor cementerio de La Habana, el que lleva el nombre el del gran almirante que desencadenó el encuentro entre las culturas, europea y amerindia: Cristóbal Colón.
La llegada de ese estilo a la necrópolis habanera fue simultánea con su arribo a Cuba, en la década del 30 del siglo XX.
El art déco, por su sobriedad, su monumentalidad y el predominio de la verticalidad en sus líneas, que remarca la orientación relativa entre la tierra y el cielo, resulta muy adecuado para su utilización en los espacios funerarios, representado en la posición de las estatuas, las pirámides, columnas y obeliscos. También se asocian a este estilo los colores primarios brillantes, la utilización de cromados, esmaltes y piedras muy pulidas, y los diseños de inspiración egipcia y griega.
Según leemos en la enciclopedia colaborativa cubana Ecured, se trata de un estilo propio de las artes decorativas, desarrollado en el período de entreguerras, entre 1920 y 1939, en Europa y América. Alcanzó su máximo esplendor en la Exposición Internacional de Artes Decorativas de 1925, en París. Busca el esplendor de la decoración por encima de la funcionalidad, y representa la reacción ante la sinuosidad y exceso de elaboración del art nouveau. El nombre viene a ser contracción de las palabras “arts décoratifs” (en francés, artes decorativas).
Abarca todas las aristas del diseño, desde la moda, joyería y muebles, hasta la delineación de las carrocerías de los automóviles, incidiendo significativamente en la gráfica y la arquitectura, en la que se caracteriza por la relación de piezas entre sí, con predominio del volumen y la geometría, así como el empleo de materiales costosos.
En la capital cubana es numerosa su utilización en las edificaciones y, teniendo en cuenta que la ciudad de los muertos viene a ser reflejo de la ciudad de los vivos, no es raro encontrar en la necrópolis habanera abundantes muestras de ese estilo, llegando a ser el más representativo.
Obras a destacar son, las capillas de Steinhart y Edges con enchapes de piedra Jaimanitas y basamento de granito negro pulido, además de elementos de mármol blanco y rejas de bronce del mismo estilo; la capilla de Catalina Lasa, con el contraste entre el blanco y el negro; las capillas de la Sociedad Naturales de Galicia; Horacio Ferrer; familia Gómez Mena y otras tantas.
En cuanto a edificaciones de la urbe capitalina, no pueden dejar de mencionarse, el hospital materno América Arias; el edificio residencial López Serrano, ubicado en la calle L, entre 11 y 13, en El Vedado; el edificio América, en Galeano y Concordia, municipio de Centro Habana –en cuya planta baja se encuentra el teatro de igual nombre–; el Teatro Fausto, en el Prado habanero, y el edificio Bacardí en La Habana Vieja, por solo citar algunos.