Diálogos sobre el arte, la ética y la sociedad distinguieron los debates en primera jornada del X Congreso de la Uneac

En los debates desarrollados este viernes, primero de noviembre, como parte de la primera jornada del X Congreso de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), primaron los criterios reflexivos y comprometidos con la cultura cubana y el complejo escenario socioeconómico que atraviesa el país, los cuales constituyen ruta y plataforma para enrumbar y fortalecer el camino de la organización de cara a los próximo cinco años.
Quienes dialogaron teniendo como sentimiento y profesión común la escena cubana, abordaron la necesidad de reformular los procesos de la enseñanza artística, pero siempre sustentado en la investigación, experimentación y validación.
El reconocido actor Fernando Hechavarría entiende que las deficiencias que existen hoy en los claustros de enseñanza artística de todo el país es debido a la falta de personal académico preparado, a partir de que urge “preparar técnica y éticamente al estudiante que aspira a cursar nuestras carreras de actuación para que en el futuro refleje en sus obras, en sus escenas, calidad y buenas prácticas”.
Por su parte la crítica e investigadora teatral, Vivian Martínez Tabares, se refirió a la importancia de propiciar una expresión artística de calidad, genuina, que tenga que ver con los intereses de la nación, con nuestra historia, nuestra cultura, nuestras tradiciones, por la descolonización cultural que tanto se habla.

Este último tema constituyó igualmente centro de análisis de la Asociación de Escritores, cuyos miembros enfatizaron en la formación de valores desde la escritura, la lectura, el intercambio con los estudiantes en las aulas y también desde los nuevos códigos de comunicación, para incentivar la lucha contra las nuevas formas y herramientas que impone en su hegemonía el colonialismo cultural. En ese sentido, se propuso formar alianzas estratégicas entre la Uneac, el Ministerio de Cultura y las universidades, para fortalecer el orgullo de ser cubanos.
En su intervención, el escritor y crítico literario Víctor Fowler insistió en construir una nueva forma de comunicación cultural a partir del trabajo con la información en diferentes idiomas, en aras de aumentar el alcance de los contenidos y transportar los valores propios de Cuba al plano internacional. También comentó que la Unión debe reafirmar su valor como espacio de intercambio entre artistas cubanos y del resto del mundo.
Primó la idea igualmente de intensificar el trabajo en las escuelas y en las bibliotecas, teniendo en cuenta el papel de estas instituciones como fuentes de cultura. Asimismo, se ponderó el valor de las publicaciones digitales en un entorno en que predominan las redes sociales y las tecnologías de la información y la comunicación. Los escritores coincidieron en que captar la atención de los públicos modernos es uno de los principales desafíos de la literatura en la actualidad.

La música como pilar fundamental de la identidad y la vida espiritual de la nación centró mientras tanto la esencia de los debates en la Asociación de Músicos, núcleo donde se coincidió en que es fundamental formar a la población cubana en lo mejor y más genuino de la manifestación, por constituir también uno de los instrumentos más empleados hoy día por las hegemonías neocolonizadoras para garantizar su poder.
De 2019 a lo que va de año ha sido constante igualmente la preocupación de los asociados por el estado de los procesos de la enseñanza musical y sus modos de implementación en el Sistema de Enseñanza Artística; en tanto se apreciaron pasos de avance en el apartado de la música sinfónica y de cámara, aunque se reconoció que no es suficiente todavía.
“Ponderar la creación musical en la música de conciertos es fundamental, al igual que los concursos de composición y los festivales de música actual son actividades imprescindibles para la creación”, resaltó como valoración colectiva.
En la cita quedó claro que hoy se aprecian incoherencias y vacíos en la programación cultural y su reflejo en la radio, la televisión y los espacios públicos, porque no se logra avanzar lo suficiente en la transformación del mecanismo para establecer las jerarquías artísticas a través de los medios de comunicación.

Diálogos sobre cultura, arquitectura y ciudadanía resaltaron además en el cónclave de los artistas e intelectuales cubanos que se desarrolla hasta este sábado en el Palacio de Convenciones de La Habana, ratificando que el papel de los intelectuales no es crear mercancías y adornos, sino iluminar las zonas de la realidad que necesitan ser iluminadas, como aseveró Helmo Hernández, presidente de la Fundación Ludwig.
Durante la Comisión se prestó especial atención a las preocupaciones de los arquitectos respecto a las ciudades del país. Patricia Rodríguez Alomá criticó la poca presencia de profesionales cubanos en los proyectos urbanísticos que, al ser diseñados por extranjeros, atentan contra los paisajes históricos y contribuyen a reforzar la colonización cultural. La especialista utilizó como argumento el derecho a la belleza, defendido por Eusebio Leal Spengler. Las consecuencias de una ciudad deteriorada, antiestética y poco limpia inciden directamente en el comportamiento de sus pobladores. “Hay que incrementar nuestra incidencia en la gestión de la ciudad para que la cultura sea el eje vertebrador y el ser humano el principal protagonista y beneficiario”.
Por su parte, el arquitecto José Antonio Choy alertó sobre el estado de las escuelas de arte y la necesidad de invertir en la reparación de estas estructuras, no solo por su simbolismo en la cultura cubana, sino también para brindar una formación de calidad a las nuevas generaciones.
El humorismo gráfico y la caricatura protagonizaron también el diálogo. Adán Iglesias Toledo reflexionó sobre la importancia de esta manifestación en la batalla cultural que se desarrolla en las redes sociales. El creador abogó por asumirla como una herramienta fundamental en el abordaje de aristas sensibles de la realidad cubana y pidió actualizar y modernizar sus sitios digitales. En este sentido, la asesoría y el acompañamiento de los humoristas gráficos en temas de posicionamiento en Internet resulta vital.

Por último, desde la Asociación de Cine, Radio y Televisión los delegados se pronunciaron por buscar caminos, fórmulas y maneras de seguir produciendo contenidos que representen a los públicos cubanos por encima de las influencias foráneas y colonizadoras, además de destacar los análisis y discusiones que aportaron en su momento y materializaron después la Ley de los Derechos del Autor y del Artista Intérprete; la Ley de Comunicación Social y la Ley General de Protección al Patrimonio Cultural y al Patrimonio Natural.
También se debatió sobre la relación entre los productos culturales, al tiempo que se reconoció el surgimiento y aprobación del Registro del Creador y el Fondo de Fomento para el Audiovisual como pasos de avance importantes.
Los delegados que integran esta comisión abogaron por una mayor inserción en el escenario digital y las redes sociales, las relaciones con instituciones culturales, el fomento de talleres y cursos, y como avances la inclusión de la producción audiovisual independiente.
Otro de los ejes medulares que se trató en la cita fue la necesidad de consolidar el ejercicio de la crítica artística en la radio, televisión y los medios y fortalecer una mirada descolonizadora en los procesos artísticos.
Igualmente, se versó sobre el estudio de los públicos, el fomento desde los medios; la alfabetización cultural de toda la sociedad y la importancia de reivindicar el valor social de la radio para ratificar la identidad nacional.