Capitán San Luis, un joven combatiente excepcional de Cuba y América

Faltaban apenas dos días para su cumpleaños 27, cuando caía en combate en tierras bolivianas «el mejor hombre de la guerrilla» del Che, el capitán Eliseo Reyes, conocido por la tropa y por los jefes rebeldes como San Luis.
Y precisamente ese apodo surgió de la evocación de aquella zona oriental donde había nacido el 27 de abril de 1940, hace hoy ocho décadas y media.
Esa expresión del Guerrillero Heroico, quien era muy exigente en el cumplimiento del deber revolucionario y poco dado a los elogios, expresa en pocas palabras la dimensión del valor y dedicación a la causa popular que llenó la corta vida de Elíseo.
Uno de sus rasgos distintivos fue la acción y superación ideológica, que en el curso de su existencia lo convirtió en un dirigente capaz de intensa actividad, al que se le podía confiar cualquier misión.
Todo se inició cuando los combatientes del 26 de Julio atacaron el cuartel Moncada y él tenía solamente 13 años de edad. Los relatos de esa gesta y la cantidad de asesinatos que testimoniaron los sobrevivientes del histórico asalto, golpearon hondo la conciencia del futuro guerrillero, quien pronto se vio distribuyendo propaganda en su asentamiento rural, exaltando en su intercambio con los pobladores la epopeya de Fidel y sus compañeros.
Desde la muerte de Frank País, el 30 de julio de 1957, Eliseo estableció contacto con un grupo de escopeteros destacados de una de las zonas donde operaba el Che en la Sierra Maestra. Recién cumplidos los 17 años de edad, con alrededor de 50 campesinos, se dirigió al encuentro del argentino y jefe guerrillero, en un lugar conocido por El Hombrito, en pleno corazón de la Sierra.
Con su habitual franqueza y para que nadie se llamara a engaño, el Che les explicó lo duro de la lucha, las dificultades de campaña, la lluvia, el frío, los bombardeos de la aviación enemiga y todos los sacrificios que exigía el combate en condiciones de guerrilla en las montañas. Pocos fueron los que renunciaron a ingresar en el glorioso Ejército Rebelde. San Luis, el más decidido de todos, no vaciló en dar el paso al frente.
A partir de ahí aquel joven dedicó toda su voluntad a luchar sin tregua ni descanso por la libertad de su Patria y el triunfo de las armas rebeldes. Participó en misiones de sabotaje en el llano y por orden del mando revolucionario regresó después a las montañas para incorporarse a la columna comandada por el Che. Incluso, por orden de Fidel cumplió la riesgosa misión de entregar en Santiago de Cuba un mensaje a Daniel (René Ramos Latour), jefe del Movimiento 26 de Julio en la provincia de Oriente.
Continuó siempre junto al Che, incluso en medio del júbilo por el triunfo revolucionario del Primero de Enero. Por sus probados méritos fue elegido en 1965 como miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba. Y con él más tarde partió hacia Bolivia, con su espíritu internacionalista, ante la necesidad de la lucha en otros pueblos.
Su sentimiento de lucha internacional lo ratificó en 1966 cuando dijo: «Todos los pueblos, en el sentido de las ideas que defienden, cuando defienden ideas por las que nosotros luchamos, son nuestros hermanos».
Cuba recuerda hoy a Elseo Reyes, el capitán San Luis, con especial admiración y cariño en ocasión del aniversario 85 de su natalicio.