Día del Trabajador de la Cultura, compromiso y la creatividad

Día del Trabajador de la Cultura, compromiso y la creatividad
Foto tomada de Gobierno de La Habana

La emoción de la poesía, la interpretación espontánea, la rebeldía, las ansias de libertad, el llamado de la patria, el desprendimiento y la identidad, donde Cultura y Nación se fundieron para convertirse en un concepto inseparable a lo largo de la historia de Cuba, han sido la expresión sublime en sí misma de los rasgos singulares, dentro de los valores ético – culturales hasta nuestros días.

Y esa expresión, dignificada por Raúl Gómez García desde que apenas era un adolescente hasta que se convirtió en el Poeta de la Generación del Centenario, con sus versos Ya estamos en combate, nos afianza el camino con vista a fortalecer valores desde una mirada más integral y abarcadora, sobre todo hoy cuando conmemoramos el aniversario 97 de su natalicio.

Los trabajadores de este gremio celebran su día reconociendo, también, que lo ético y estético en la cultura, en su sentido más amplio, pasa indiscutiblemente por la conciencia del cubano, de saber de dónde viene, quién es y hacia dónde va, en lucha permanente contra la erosión de los valores y los elementos desmovilizadores.

Están conscientes de empeñarse a fondo, a todos los niveles, para lograr cada día una mayor diversificación de los proyectos culturales, sobre todo a nivel de las comunidades, para preservar y rescatar, con la activa participación ciudadana, la identidad cultural que no solamente está presente en las creaciones artísticas.

¡Y qué decir del rescate de las tradiciones cubanas, dentro de las que destacan las específicas de determinadas localidades, y que deben involucrar a todos, aun en los lugares más apartados de Cuba!

Bajo la premisa de acercarse a esa realidad, se empeñan en fomentar de manera masiva la capacidad de apreciación artística y literaria, así como los valores, haciendo énfasis por erradicar las manifestaciones de chabacanería y de mal gusto que todavía proliferan en algunas manifestaciones culturales.

Para lograrlo, involucran a todos los encargados de garantizar su calidad, dígase instituciones culturales, medios de comunicación, directores de programas y espectáculos, artistas e intelectuales, así como instructores culturales y promotores, para que se preparen cada día más y comprendan en toda su magnitud el alcance de los mensajes que llegan a la población a través de la amplia diversidad de manifestaciones.

Para todos los que aportan cada día a la cultura nacional y su identidad, con profesionalidad y amor, con compromiso y creatividad, les deseamos MUCHAS FELICIDADES.

Ana Rosa Perdomo Sangermés