Inocencia descentrada: notas sobre la exposición Con voz propia

La Galería Taller Gorría inauguró recientemente la exposición colectiva Con voz propia. Outsider Art en La Habana, la que puede considerarse, un avant garde con respecto a las demás propuestas curatoriales que nos presenta la vida cultural habanera.
Contó con el apoyo de la Embajada de España en Cuba y la Fundación NAEMI, entidad sin ánimos de lucro, con sede en Miami, los Estados Unidos, y que promueve y apoya el arte contemporáneo en todas sus formas de expresión.
Con la curaduría de Jorge Peré y Juan Martín, la muestra trata de aportar luces críticas a un entorno incomprendido y poco tratado de la Historia del Arte, a saber, el Art Brut y Outsider Art.
La relación de ambos conceptos versa entre la alteridad y la mirada de lo Otro por sobre lo preestablecido en la norma artística. Es lo valorado por el mercado del arte a partir de la estética, y lo que el autor pueda aportar desde su trayectoria académica o cercana a ella, es decir, su validación.
El concepto de Art Brut fue acuñado por el artista plástico Jean Dubuffet en 1945, y refiere aquel tipo de creación artística ajena al sistema arte actual, dígase, despojados de una formación académica per se.

Este tipo de creatividad, normalmente, se considera, parte de los autodidactas, internos de hospitales psiquiátricos, inadaptados, solitarios, etc. Outsider Art es la traducción de dicho término de Jean Dubuffet al inglés, para la fecha de 1972. A su vez, alude a ese arte que se gesta a los márgenes de la cultura oficial. En mucho de los casos es un arte menospreciado, alejado de la atención pública.
Con voz propia hace muestra del imaginario incomprendido. Es una fuente de expresión de mundos inexplorados de la mente. Las figuras totémicas del artista Adriam Horta aluden a las expresiones mágico religiosas de los primeros hombres. Se trata de una práctica de conexión con lo desconocido y las visiones de la naturaleza exterior.
Las decenas de figurillas de madera, están dispuestas, a suponer, en dos grupos según su apariencia externa, y una concepción específica en cada uno. Sobresale una estatuilla y parece que abraza las demás bajo su halo. Mantiene una estructura alargada y de rasgos estilizados, poco trabajados. Se trata de dos rostros, uno aparentemente en calma y más abajo, aquella con tendencia a una expresión masculina imponente.

Jorge A. Hernández Cadi (El Buzo) concibe el horror vacui en su estética. Las maletas están abigarradas de objetos en total contraposición funcional y utilitaria. Este pastiche crea distensiones en la lectura de la pieza, así como temor y repulsión ante la carga semántica. Las maletas cuelgan como si fueran candelabros. Levitan y en el espacio determinado por la gravedad, se erigen o bien, yacen elementos absurdos que nuca llegan a tocarse.

La pintura de Marco Antonio Guerrero, por otro lado, recrea la niñez soñada, la niñez trunca, o permutada por las discrepancias del tiempo en su antojo continuador y perenne. Aviones, colores casi puros, edificios geometrizantes e inclinados dan la sensación de movimiento. Una forma de dibujo naive o inocente trasluce en la propuesta y referencia perfectamente esa emulación de lo Outside en el arte.
Existe una deuda con este tipo de creación y sus creadores. Es necesario conocer su mundo interno para darle sentido a las formas que se gestan en este entorno marginado o marginal —desde el punto de vista de quien tiene el poder legitimador. A encontrar el orden en este caos viene Con voz propia. Pues, según las palabras de presentación, se llenan los espacios “(…) de subjetividades liberadas que involuntariamente se ordenan dentro del arte.”

La Galería Taller Gorría es dirigida por el actor, director y artista de la plástica Jorge Perugorria y está ubicada en San Isidro, en el número 214, entre Picota y Compostela, en La Habana Vieja.