Allí, desde su altura, Comandante Che Guevara
Cuando el 28 de diciembre de 1988, en ocasión del aniversario 30 de la Batalla de Santa Clara, abrió sus puertas el Complejo Monumental Ernesto Che Guevara, el pueblo cubano y muchos amigos del mundo tendrían ante sus ojos y en sus corazones una hermosa entrega de información y recuerdos sobre el Guerrillero Heroico desde su plaza, tribuna, museo y el propio monumento a su figura.
El Che Guevara, aunque nunca se lo propuso y lo evitó a toda costa, lució grande e impetuoso sobre todo lo que le rodeaba. Cuesta aun definir exactamente la razón de su encanto, pero tal vez el mejor acercamiento lo hizo el líder histórico de la Revolución cubana Fidel Castro, cuando lo calificó de gigante moral.
La plaza por sí sola impresiona a todos, pero esa escultura en bronce del Comandante Ernesto Che Guevara, dirigiendo la mirada hacia el cono sudamericano y la Sierra del Escambray, donde si invitara siempre a una mirada hacia lo que acontecido y a la actualidad de sus pueblos.
La obra denota una fuerza y una energía que la conecta con la realidad cubana y su historia. Gracias a su proyectista, el arquitecto Jorge Cao Campos y su escultor José de Lázaro Bencomo (Delarra), se alza imponente el majestuoso conjunto, que también atesora desde 1997 los restos mortales del Comandante Ernesto Che Guevara y sus compañeros de lucha en la guerrilla boliviana. El nicho del Che sobresale, ubicado justo al centro de los otros.
Esta obra es símbolo de la ciudad de Santa Clara. Como Conjunto Escultórico Memorial atesora más de mil fondos museables y otros objetos de extraordinario valor histórico y patrimonial, compuestos por documentos, fotografías (algunas de ellas originales), fotocopias, libros, negativos de fotos y cientos de horas de grabaciones.
En ocasión de arribar a su 35 aniversario de inaugurado, sus consagrados trabajadores y directivos sienten el orgullo de haber recibido la visita de casi seis millones de personas de todas las edades y sectores, y de ellas, más de tres millones de extranjeros, con mayor predominio de ciudadanos españoles, italianos y argentinos. Un buen motivo para felicitarlos y exhortarlos a mayores empeños.
