Antonio Maceo y sus tempranas alertas sobre los Estados Unidos

Antonio Maceo y sus tempranas alertas sobre los Estados Unidos

Muchas fueron las ocasiones en que el general Antonio Maceo Grajales advirtió a los cubanos sobre el papel de los Estados Unidos, en su insistencia por involucrarse en el conflicto que venían sosteniendo Cuba y España, reiniciado en 1895.

Algunos criollos desoyeron las lecciones legadas por José Martí sobre la política, como el arte de combinar los factores diversos y salvar el país. Maceo era, además de un extraordinario jefe militar, el líder político natural de la Revolución –tras la muerte de Martí– que insistía en no confiar, y prever los posibles pasos encubiertos del gigante del norte.

Sin dudas, Maceo ha sido considerado también el más grande guerrero cubano por la independencia de Cuba y uno de los más fervorosos patriotas, además de su probado heroísmo, valor, fidelidad a la causa, cultura, constante perfeccionamiento, que se levantó por sus propios esfuerzos.

En él se reconoció, incluso por el enemigo, a un hombre de inteligencia superior, de increíble asimilación, de grandes luces a la hora de advertir y medir las intenciones de los Estados Unidos. Hizo carrera autodidacta de estadista y aprendió de la política, comprendiendo la necesaria distancia que Cuba debía mantener con respecto al poderoso país del norte, para poder alcanzar la verdadera libertad, independencia y soberanía, que fueron sus tres grandes anhelos, sus tres grandes objetivos para con la Patria.

Ya desde 1883 se había manifestado receloso o contrario a las intenciones de Estados Unidos, a partir de cierto juego diseñado por los españoles: «Cuba será libre cuando la espada redentora arroje al mar a sus contrarios… Pero quien intente apropiarse a Cuba, recogerá el polvo de su suelo anegado en sangre, sino perece en la lucha. Cuba tiene muchos hijos que han renunciado a la familia y al bienestar, por conservar el honor y la Patria. Con ella pereceremos antes de ser dominados nuevamente… Conviene no apurar la protección americana».

Pero no fue hasta después de iniciada la guerra de 1895, cuando las prevenciones de Maceo se hicieron más sistemáticas, como consecuentes advertencias de lo que ya se vislumbraba alrededor del  conflicto independentista, con la propuesta de círculos de poder enemigos sobre una «solución americana».

Y ocurrió lo que el Titán de Bronce tantas veces había alertado y algunos cubanos entreguistas no escucharon. Se firmó la Resolución Conjunta y se pusieron al servicio del poderoso vecino, unos por ingenuidad y otros por oportunismo, comprometiendo el futuro de Cuba.

A 129 años de la caída en combate del general Antonio, y de su ayudante Panchito Gómez Toro, sus advertencias adquieren excepcional vigencia ante el mismo enemigo, que ahora arrecia su agresión y sus medidas de presión para derrocar la Revolución Cubana, frente un pueblo heroico capaz de darlo todo por defender su libertad, independencia y soberanía, que tanto anheló Maceo y por la que ofrendó su extraordinaria vida.

Ana Rosa Perdomo Sangermés