Con Martí para todos los tiempos
Con extraordinaria vigencia, trae a la memoria la interpretación que daba José Martí, en 1873, de la esencia misma de la causa revolucionaria: “Cuba reclama la independencia a que tiene derecho por la vida propia que sabe que posee, por la enérgica constancia de sus hijos, por la riqueza de su territorio, por la natural independencia de este, y más que por todo […] porque así es la voluntad firme y unánime del pueblo cubano. Cuba quiere ser libre […]. Por ley de su voluntad irrevocable, por ley de necesidad histórica, ha de lograr su independencia”.
El Maestro de muchas generaciones, a quien se rinde merecido tributo este 28 de enero, aniversario 171 de su natalicio, continúa iluminando con su ejemplo, y sus ideas resurgen como verdades irrebatibles frente a las mentiras y calumnias del imperio brutal que nos odia y nos desprecia.
Su prédica inigualable y su pensamiento universal han sido siempre pilares fundamentales de una Revolución que promulgó, como ley primera, el culto de los cubanos a la dignidad plena del hombre.
Como ser excepcional fue capaz de conferirle dimensiones superiores, mediante una voluntad inquebrantable, a conceptos que jamás se podrán tergiversar, ante un pueblo cuya libertad proseguirá descansando en la irreductible vocación de ser cultos que Fidel le inculcara.
Porque, “!cómo no padece el Pueblo de Cuba de la orfandad de argumentos que sufren ustedes, señores del Norte…!” y los cubanos han demostrado tener sobradas razones para defender su obra, pero también porque “Patria no es solo el terruño que nos vio nacer, Patria es Humanidad”.
Supo tempranamente el Héroe Nacional argumentar las bases definitorias de Cuba como nación y explicar ese concepto de patria con tan profunda intuición, que mantiene su plena actualidad.
A Martí, que tuvo infinita confianza en su pueblo, que dio unidad a la lucha y calor a su corazón para estimularla, los cubanos rinden hoy el merecido tributo de recordación, con el mismo fuego de su independentismo, latinoamericanismo, internacionalismo y antiimperialismo. Su pensamiento sigue obrando en la cotidianidad cubana.
¡Gloria a José Martí!
