Corral Falso 259 y la hermosa utopía del arte compartido (+Fotos)

Uno de los espacios culturales más dinámicos del municipio capitalino de Guanabacoa conjuga el máximo rigor estético con la necesaria proyección comunitaria, en un Laboratorio de Arte que lleva por nombre Corral Falso 259. Su concepto no ha sido, entonces, la exhibición solamente de interesantes propuestas curatoriales a lo largo de estos años, sino un proyecto devenido taller para los niños de la zona, bajo la guía del escultor Tomás Núñez (Johnny).
El creador, en consonancia con la visión de trabajo en la comunidad que defiende la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), convoca a educadores para ofrecerles a los más pequeños herramientas que le posibiliten crecer en el arte y la vida, integrando saberes y potencialidades.
“Desde sus orígenes este laboratorio cultural ha mantenido una sistemática programación con la participación de niños que han crecido espiritualmente y se han formado para su entrada en las escuelas de arte”, explica el también promotor Tomás Núñez, recalcando la creatividad que sistematiza Corral Falso para promover valores, así como el apoyo al camino de la pedagogía y las prácticas artísticas desde una estética colaborativa.
“El espacio es maravilloso para la niñez”, considera asimismo una profesora del proyecto, “pues contribuye a desarrollarles su imaginación, a ser más creativos, participativos y a interrelacionarse con otros niños y por supuesto, a aprender”. En ello coinciden tanto los pequeños que pertenecen a esta iniciativa como sus padres, quienes agradecen la formación y el amor por el arte y la cultura.
La llama eterna de creación infantil que se atiza desde Guanabacoa ha llamado la atención de artistas de gran trayectoria como la Premio Nacional de Artes Plásticas 2019, Lesbia Vent Dumois, quien afirma que Corral Falso es mucho más que una sala de exposiciones, porque ayuda a comprender la situación humana.
“Trabajar con los niños y ver que se les está dando la posibilidad de desarrollo intelectual y motor, de relacionarse con su espacio y comunidad, y que los padres se sienten implicados, es un proyecto que hay que beneficiar, estimular y mantener”, afirmó la también vicepresidenta de la Uneac.
Quienes acuden cada sábado al taller son conscientes de la progresión artística y humana de sus hijos, al descubrir en el camino una profesión y otras formas de aprovechar el tiempo libre más allá de un tablet o celular.
La casa sede de la iniciativa, donde se borran las fronteras entre cultura popular y académica, pertenece a Johnny y su entorno, para formar no solo a futuros creadores sino transitar con ellos caminos compartidos, tras la hermosa utopía que nos dibuja el arte.
Tomás Núñez es igualmente galerista y miembro de la Uneac, y desde su Laboratorio Corral Falso 259 nos ha regalado importantes propuestas visuales, entre ellas las exposiciones Regresiones del Yo, Meter la Habana en Guanabacoa y Las once mil vírgenes, con participación de otros consagrados como Zaida del Río, Alfredo Sosabravo, Arístides Hernández (ARES) y Juan Moreira (1938-2022).