Cuba no olvida el golpe fascista contra el Chile de Allende

Cuba no olvida el golpe fascista contra el Chile de Allende
Asiste Presidente cubano a acto en homenaje a Salvador Allende. Foto: ACN.

Hay fechas que marcan hitos imborrables en la historia, y esta no le es indiferente a nadie. Hace 50 años, un golpe militar rompió la institucionalidad democrática en Chile, arrebató la vida al presidente Salvador Allende y, con ella, la de miles de chilenos, y le sumó al país 17 años de oscuridad y tristeza.

Este viernes, en la Casa de las Américas, Cuba recordó la figura de Allende en un acto por el aniversario 50 de este fatídico hecho, que se conmemorará el próximo 11 de septiembre.

El Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, presidió la velada. Allí, una exposición fotográfica titulada Chile en carteles: memoria y resistencia, reúne cinco décadas de cartelística para visibilizar la lucha de ese pueblo contra el fascismo y el imperialismo.

Acompañaron al mandatario el miembro del Buró Político y secretario de Organización del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, Roberto Morales Ojeda; el jefe del Departamento Ideológico del Comité Central del Partido, Rogelio Polanco Fuentes, y la embajadora de Chile en la Isla, Patricia Esquenazi Marín.

Estuvieron presentes, además, miembros del Secretariado del Comité Central del Partido, autoridades políticas, de la cultura y de la solidaridad con otros pueblos y, de manera especial, representantes de la comunidad de chilenos residentes en Cuba.

La Embajadora chilena agradeció a la nación caribeña, y en especial al Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, por «haber recibido a tantos chilenos y chilenas en los tiempos más oscuros de nuestra historia. Cuba nos acompañó ayer, nosotros la acompañamos hoy. Cuba no está sola», aseguró.

Mencionó a las madres que aún buscan desesperadamente a sus hijos y nietos desaparecidos, y aseveró que solo la justicia traerá calma al corazón de los chilenos, porque «esto no es solo político-ideológico, es también humano».

«Democracia, pluralismo y libertad: la vía al desarrollo chileno se trataba de eso. Nunca el presidente Allende se apartó de sus principios, pero para el imperio no había cabida a un modelo diferente. El ejemplo de un modelo socialista en aquellas tierras no sería permitido», refirió Esquenazi Marín.

«El gobierno del presidente Gabriel Boric –dijo– mira esta fecha bajo un lema: Democracia es memoria, es futuro. No olvidar para construir un futuro sobre la base de la verdad y así comprometernos con un nunca más».

Rogelio Polanco Fuentes calificó el hecho como «uno de los acontecimientos más dramáticos y dolorosos de la historia latinoamericana y caribeña», y reiteró que es «un deber histórico y moral conmemorar en Cuba el aniversario 50 de este atroz episodio».

«Con el golpe de Estado –expresó– se puso fin de manera brutal a un proceso político y social que concitaba la admiración y el respeto en nuestra región y en el mundo. Fue segada la vida de un líder popular, democrático y revolucionario, que defendió, hasta su último aliento, el derecho de su país a la plena independencia y la causa de la justicia a favor de todos los chilenos».

Polanco reiteró la denuncia de Cuba, hecha desde los primeros momentos del golpe, por el líder histórico de la Revolución, Fidel Castro Ruz, y ahora demostrada en los documentos desclasificados por Washington, sobre aquella atroz arremetida fascista que fue orquestada por el Gobierno de EE. UU. y la oligarquía local.

«En 1973, en Chile, se demostró que la Doctrina Monroe está vigente como plataforma de política exterior de EE. UU. hacia América», sentenció.

«Desde la Cuba hermana y solidaria, que honra y lucha, podemos afirmar que los pueblos no olvidarán», agregó Polanco, quien también reconoció la labor de la  misión diplomática cubana que se encontraba en el país latinoamericano al momento del golpe, y exaltó la fuerza y la valentía de quienes fueron víctimas de ataques.

La embajadora chilena agradeció a la nación caribeña, y a Fidel, por recibir a quienes tuvieron que abandonar todo tras el golpe de Estado. Foto: ilustración tomada de twitter

El golpe de Estado en Chile, en 1973, segó la vida del presidente constitucional Salvador Allende, derrocó a su gobierno de Unidad Popular e instauró en ese país un régimen dictatorial impulsado por Augusto Pinochet y otros protagonistas, que retornaron el fascismo a un mundo que aún no se reponía, luego de la Segunda Guerra Mundial.

A medio siglo del fatídico golpe de Estado, Chile recuerda la figura de Allende, y mira el futuro con el alma puesta en la memoria, la que pide avanzar en la construcción de una sociedad mejor, de unidad para su pueblo; y que pagó muy caro la ilusión de soñar una sociedad más justa.

Chile sufre las heridas que no han sanado, y que solo, con la voluntad de todos, podrá romper cadenas que atan el avance democrático. Lo ocurrido hace cinco décadas es una referencia obligada para mantenernos alertas.

Fuente: Granma

Redacción Radio Enciclopedia