Día Mundial del Hábitat: decisiva participación de los jóvenes cubanos

Como lo demuestra la propia obra de la Revolución cubana, la juventud de esta nación caribeña ha tenido y tiene un papel protagónico en todos los procesos de cambio y desarrollo social, no solo por lo que supone tener una vida por delante, sino por las nuevas ideas, la energía y las diferentes miradas que aportan muchachas y muchachos en todos los órdenes.

El gobierno cubano siempre confía en ellos por la capacidad de su generación para contribuir a que Cuba cumpla con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) plasmados en la Agenda 2030 y con toda esa fuerza, el espíritu y el entusiasmo para llevar al país adelante, a partir de que su revolución socialista los ha nutrido de un sistema de valores y creencias entre los que destacan la unidad, el respeto, la solidaridad y el humanismo.

Se tiene en cuenta su capacidad para el intercambio con otras generaciones, para impregnar todo a su alrededor de nuevas fuerzas y contribuir con su participación activa, y desde el más sincero compromiso, a que el país sea, todavía más, un lugar mejor.

Cada primer lunes del mes de octubre en el mundo se celebra con entusiasmo el Día del Hábitat, una fecha creada en el año 1985 por la Organización de Naciones Unidas (ONU) y que en esta ocasión trata como lema Involucrar a los jóvenes a crear un futuro urbano mejor.

Es este el momento que en muchos lugares del planeta se aprovecha para abordar los retos y oportunidades de la rápida urbanización, y la ayuda que pueden brindar los jóvenes en la configuración de las ciudades y comunidades sostenibles, planificando no solo el presente, sino también el futuro, mediante procesos participativos y oportunidades locales.

Como se ha reconocido en foros internacionales, en el orbe el fenómeno migratorio hacia las ciudades es un fenómeno cada vez más visible, en busca de nuevas oportunidades, con las dificultades propias del avance en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible que se ven obstaculizados.

La juventud cubana avanza en su empoderamiento a partir del conocimiento y el ejercicio de sus derechos, que demuestran que es posible lograr relaciones equitativas, las cuales determinan también la sostenibilidad de un proyecto de país donde todos cuentan como seres humanos.

El gobierno cubano ha impulsado políticas para reducir el desperdicio de recursos naturales y minimizar la huella de carbono, todo lo cual contribuye en gran medida a impulsar la sostenibilidad del país. Se fomentan habilidades de liderazgo en los jóvenes a través de talleres, programas de capacitación y oportunidades de tutoría para que se apropien de iniciativas e impulsen el cambio dentro de sus comunidades, para que sean capaces de potenciar su economía y desarrollo sostenible de una forma amigable con el medio ambiente.

Para ello se continúa trabajando por lograr que la ciudadanía y las autoridades locales se sientan parte de las iniciativas, empoderar a los grupos vulnerables y fomentar la relación comunidad y medio ambiente. A ello contribuyen la red de comunicaciones locales y de educadores populares, así como la creación de capacidades para que los Gobiernos provinciales sean capaces de transmitir sus mensajes a la ciudadanía.

La innovación debe llevarse hacia procesos de participación social, control popular, donde se fortalezcan las alianzas entre gobierno, universidad y sociedad, impulsando el desarrollo de forma integral, sostenible e inclusivo, que implica precisamente darle voz y voto a todas las personas como parte de los tres componentes del desarrollo sostenible, que son el desarrollo económico, el desarrollo social y protección del medio ambiente, como pilares interdependientes que se refuerzan mutuamente.

Al respecto, el Comandante en Jefe Fidel Castro, avizorando el futuro, supo exponer e impulsar la fundamentación programática de la política a seguir acerca del sector juvenil, muy propia bajo las condiciones de una Cuba pequeña y subdesarrollada, bajo el asedio permanente de genocida bloqueo económico, comercial y financiero de los Estados Unidos, pero con un caudal de entrega y sabiduría inmenso, fundamentalmente en los más jóvenes.