El libro de quizás y de quién sabe, del notable maestro Eliseo Diego

El libro de quizás y de quién sabe, del notable maestro Eliseo Diego
Foto: Unión de Escritores y Artistas de Cuba – UNEAC en Facebook

“La poesía es el acto de atender al ser humano en toda su pureza”. Así lo reconoció el notable escritor Eliseo Diego; devela con creces este parecer en las 127ciento veinte siete páginas de El libro de quizás y de quién sabe, publicado por ediciones Unión, de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba.

Le proponemos pensar juntos sobre esta preciosa joya que alumbra la literatura cubana. Ciertamente, es un volumen de difícil clasificación, pues incluye asuntos y materias diversas; en unos y otras, lideran las palabras. Al ordenarlas el maestro Eliseo Diego encuentra ardides, secretos, esbozos de experiencias devenidos nutrientes de ensayos breves, sonoros, cálidos, atisbos del difícil oficio de escribir con artisticidad.

Inteligente, culto, sensible, el maestro Eliseo Diego desarrolla el acto de crear, da rienda suelta a la observación de detalles, sensaciones, hallazgos poco perceptibles, pero que él atrapa; cautiva al contarlos mediante su particular estilo exquisito, depurado, sin la prisa propia de decir a toda costa; sino haciendo gala del lenguaje preciso que alumbra El libro de quizás y de quién sabe.

En cada página propicia a quien lee con detenimiento ampliar el universo cognoscitivo, la cultura y la capacidad de interpretar sinergias entre imágenes y signos lingüísticos que conforma un lenguaje sugerente dado al descubrimiento del detalle de una poética singular.

Logra el talentoso escritor conquistar en las palabras y en la riqueza del idioma ese raro misterio que permite a las personas conocerse; reconocerse al compartir ideas, sentimientos, deseos, proyectos y temores. Dice en Fantasmagorías: “Desde muy joven –lo confieso- me han gustado los fantasmas. Me apasionaban las historias de sus desventuras. Hoy –lo confieso- aproximándose la hora de convertirme en uno, ya no me gustan tanto”.

¡Cuánto ingenio para decir lo propio en un mensaje intertextual y, a la vez, comprensible al recrear secretos del mirar atento! Incita Eliseo Diego a rememorar, descubrir o meditar determinadas actuaciones y estados de desazón tal vez impensados. Hace meditar en aspectos de la existencia cotidiana; se producen por doquier rituales narrativas en incontables formatos, la comunicación de ningún modo es un movimiento exterior, cerrado, excluyente; al contrario, sirve de apertura al orden social, edificante, espiritual.

El mismo Eliseo Diego lo advierte: “La necesidad de crear debe contarse entre las esenciales del hombre, puesto que está en todos y no en unos cuantos. No es el privilegio de una minoría. El arte es a un tiempo una necesidad y su respuesta –como el hambre presupone- el pan que la satisface, o la sed o el agua”.

Sabio el poeta pensador, es este maestro Eliseo Diego. Su legado brilla en El libro de quizás y de quién sabe, y en toda su obra que se debe conocer desde la infancia para construir el sentido de andar bien despiertos en el paso por la vida.

Para acercarnos a ese acervo cultural aprovechemos del 13 al 23 de febrero la edición 33 de la Feria Internacional del Libro de La Habana, donde podrán adquirir títulos de su autoría.

Sahily Tabares Hernández

Dra. en Ciencias sobre Arte, periodista cultural y profesora‍ de la Universidad de La Habana.