El Primero de Mayo en Cuba, un clamor por la paz

El Primero de Mayo en Cuba, un clamor por la paz

El gran poder de convocatoria en Cuba del primer día de mayo lo ha convertido, a lo largo de más de seis décadas, en renovadas jornadas de reafirmación revolucionaria, de unidad nacional y de defensa de la soberanía, la independencia y la paz.

Esa determinación está presente en la fiesta proletaria con la participación entusiasta de millones de trabajadores a lo largo y ancho del país junto a sus familiares.

Esta vez las inclemencias del tiempo llevaron a postergar actos y marchas a nivel de cada localidad, los que se realizarán entonces el próximo viernes 5 en plazas, bateyes, comunidades y colectivos laborales, con amplio despliegue de iniciativas y entusiasmo.

Desde el Primero de Mayo de 1959 el escenario principal de las celebraciones por el Día Internacional de los Trabajadores ha sido la Plaza de la Revolución José Martí (hasta ese año Plaza Cívica) y todas las plazas principales de los municipios y las provincias a lo largo y ancho del país.

Aquel primer desfile revolucionario, cargado de alegrías, se inició a las once de la mañana y la multitud jubilosa portaba en alto machetes y banderas cubanas, en una patria libre e independiente. Desde lo alto de uno de los edificios aledaños un letrero, de enorme tamaño, recogía el clamor de todos: ¡Viva la paz!

Muchas eran las motivaciones y la emoción ante un día tan significativo en medio de la libertad conquistada y en todo el país sucedieron actos de grandes multitudes, entusiasmo y combatividad revolucionaria, que llenaron de lucidez la celebración. Se alzaron las voces cubanas para recordar las consignas legendarias: iUnidad! iViva la Revolución! iVivan los trabajadores!

¡Cuántas veces en esos escenarios se han visto a las blancas palomas, símbolo de la paz, desplegar sus alas ante la multitud en el cierre o transcurso de estas festividades, brindándoles mayor colorido! Así ha sido con la presencia de Fidel, Raúl y demás dirigentes de la Revolución en los territorios cada año desde el triunfo el Primero de Enero, acompañados de coros integrados por trabajadores de diversos sectores, que entonan el Himno creado para esta conmemoración: «Estudio…trabajo…fusil/ nuestras armas en la lucha por la paz/ Venceremos…Venceremos…Venceremos/ Unidad…Unidad…Unidad».

Demostración de una lucha humanista la del pueblo cubano, de rechazo ante el mundo de cualquier expresión de fascismo, racismo, xenofobia, discriminación de cualquier índole, así como otras formas de exclusión por diversas razones, en sus acciones por defender y garantizar toda la justicia social.

Esta será una buena ocasión también para continuar apoyando la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, que se adoptara en La Habana en el marco de la Cumbre de la CELAC, sin intromisiones en los asuntos internos de las naciones y sin la intervención injerencista norteamericana.

Porque los cubanos aprendieron hace mucho a elegir de manera soberana su sistema político y social, alzan sus voces también por los pueblos del mundo y exigen el cese del genocida bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba y la devolución del territorio que  ilegalmente ocupa la base naval de Guantánamo.

La celebración del Día Internacional de los Trabajadores es diferente en muchas latitudes. En Cuba, el Archipiélago de la resistencia, su pueblo, en especial la masa trabajadora, fortalece cada día su unidad, su solidaridad y su empeño por llevar adelante la Revolución Socialista.

Ana Rosa Perdomo Sangermés