El Sauto es un ejemplo de la maravilla

El Sauto es un ejemplo de la maravilla
Foto: Yenli Lemus Domínguez./Tomada de la Agencia Cubana de Noticias

Tras el concierto de este jueves en el emblemático Teatro Sauto de Matanzas, el Maestro Frank Fernández expresó que lo ocurrido allí la instalación se lo merecía, no solo por celebrar sus 160 años de creado sino por la ciudad tan hermosa donde está enclavado, la cual prácticamente lo tiene todo: una bahía linda, la icónica Sala White que debe recuperar completamente, una de las más fuertes tradiciones literarias y además el mundo de la rumba, cimiento de la música popular.

De acuerdo con la Agencia Cubana de Noticias (ACN), evocación, gratitud y aliento cultural devino el concierto, donde la fuerza expresiva, el entusiasmo y la diversidad del programa distinguieron la maravilla de disfrutar del destacado pianista junto a la Orquesta Sinfónica de Matanzas, con el director invitado Enrique Pérez Mesa, para festejar la vitalidad del coliseo neoclásico, Monumento Nacional.

Precisa la ACN, «que a los hermanos desaparecidos en el incendio de la Base de Supertanqueros local en agosto último, dedicó el prestigioso pianista cubano una de las obras interpretadas ante un público agradecido y expectante por su presencia en el Sauto, luego de más de un lustro sin que tocara en él».

Durante la cita se otorgó la Distinción Teatro Sauto a la profesora Alicia García Santana, Doctora en Ciencias del Arte; a Rubén Darío Salazar, Premio Nacional de Teatro; y al maestro Pérez Mesa, por sus contribuciones a enaltecer la historia y vitalidad cultural de la institución centenaria.

Se evocó, además, a Ildefonso Acosta (1939-2022), Premio Nacional de Música, y a Cecilia Sodis, extinta y consagrada directora del Sauto, mujer laboriosa a quien catalogó el Maestro Frank Fernández como “mi hermana negra”, y confesó inmensa felicidad por acudir a esta ciudad a celebrar la edad del teatro.

Por su parte, Rubén Darío Salazar expresó que festejar los 160 años de un teatro que ha visto lo que muchos no hemos visto ni veremos es un privilegio, por lo que la cita no simboliza un aniversario cualquiera, sino también la vida, tras ser los presentes, matanceros y cubanos, en general, sobrevivientes de una pandemia cruel y demoledora.

Daynelis Rodríguez Peña