El valor de la familia en las puestas televisuales turcas Eternamente y Secretos de familia

La travesía heroica del Quijote abre un nuevo camino en el imaginario de Occidente, el de la novela moderna. Héroes y villanos, el bien y el mal coinciden en senderos disímiles, a veces difíciles de imaginar. Tanto en el relato ficcional como en la existencia cotidiana suelen vivirse azares, coincidencias y sorpresas impredecibles.
Ninguno de estos universos excluye a la familia en tanto el ser y el acontecer en las sociedades contemporáneas. Así lo constatan los personajes-tipos de las puestas televisuales turcas Eternamente y Secretos de familia, que transmite el Canal Multivisión. Sobre las recreaciones actorales en ambas narrativas reflexionamos:
Intrigas, celos, desencuentros en tanto sentimientos humanos forman parte de las realidades construidas por las personas desde tiempos inmemoriales sin límites de épocas o países. Suele ocurrir, secretos, rostros encubiertos y falsedades nutren ficciones y vidas verdaderas, sí, la suya, la del vecino o la de cualquier conocido. De esto son conscientes guionistas y realizadores al pensar en el juego del espectáculo audiovisual.
Así lo manifiestan las puestas televisuales turcas. Desde diferentes puntos de vista ambas proponen gamas de intensidades dramatúrgicas a partir de una dinámica línea de exposición, esta incluye clímax y desenlaces insertos en la trama donde lideran las expectativas. Justamente, por esto seduce el poder estético de ambas ficciones. Sabemos quiénes vencerán, pero seguir el trayecto de personajes, conflictos y situaciones mantiene el interés de los públicos.
Pensemos en estos y otros detalles ante la pantalla televisual al ver más que mirar las puestas turcas Eternamente y Secretos de familia. Ambas producciones colocan en la miran a familias complejas, guerreras además.
Causalidades, espacios y tiempos disímiles protagonizan el ser y el quehacer de sujetos inmersos en ámbitos nunca ajenos a la existencia cotidiana. Dicha exigencia implica la creación actoral. Personajes-tipos femeninos y masculinos exploran las palabras y los silencios intensos. Convencen, en ocasiones. Otras veces los sentimos como elementos manipuladores para provocar el suspenso, elemento retórico crucial, pues define el poder de seducción de los relatos en pantalla.
Es preciso ver más que mirar los primeros planos, la mirada cultural condicionada por determinada poética y las acciones internas y externas de actores y actrices. Nunca lo olvidemos, lo real está en la pantalla. Demanda ser creíble. De lo contrario, no comunica.
El audiovisual prevalece sobre otros tipos de comunicación. Transmite valores, prácticas y comportamientos en lenguajes estéticos, estos nunca son inocentes. Algunos personajes pueden manifestarse con docilidad y gentileza. Estemos atentos. Sus dilemas pueden los propios. El misterioso diálogo de las emociones requiere lucidez, razones y análisis propios. Sin duda, las puestas televisuales turcas Eternamente y Secretos de familia plantean filosofías particulares. Interpretarlas propicia hablarnos a nosotros mismos.