En manos seguras la cultura
En este 14 de diciembre, Día del Trabajador de la Cultura, vale el homenaje a aquellos que más contribuyen al enriquecimiento espiritual de la nación y, sobre todo, el renovado compromiso con la política cultural diseñada por el Comandante en Jefe Fidel Castro para socializar el acceso a las expresiones del arte y la literatura, ya que como él mismo expresara “lo primero que hay que salvar es la cultura”, porque “la cultura es espada y escudo de la nación”.
Con motivo de esta jornada se han organizado numerosas actividades artísticas y recreativas, en las que se rendirá homenaje a los más destacados en los distintos centros laborales del ramo por parte de su sindicato y la entrega de la distinción que, con el nombre glorioso de Raúl Gómez García, joven que nació en un día como este y ofrendó su vida con apenas 24 años de edad, es entregada a los que se distinguen por 20 y 25 años de labor ininterrumpida en el sector.
Raúl Gómez García redactó el Programa de la Revolución, documento trascendente que recogía la esencia del ideario de la juventud cubana de la época, siempre dispuesta a dar todo su esfuerzo por cambiar la situación que enturbiaba el ambiente social de entonces.
Poco antes de partir hacia el asalto al Moncada, él dio a conocer en versos enardecidos, que lo inmortalizaron ante la Patria y sus compañeros, el poema épico Ya estamos en combate, que dedicó a la gesta emancipadora donde perdió la vida, y cuyo mensaje continúa vigente.
Suele ocurrir con poca frecuencia que en una misma fecha del calendario converjan los nacimientos de importantes íconos de la cultura y la política en Cuba, cuya semblanza llega hasta el presente por la trascendente entrega de cubanía y firmeza.
La primera en nacer el 14 de diciembre de 1832, hace 190 años, fue Ana Betancourt, la destacada patriota cubana que entregara todas sus energías a la libertad de Cuba, incluso en la manigua redentora y en el destierro, y luchara por la emancipación de la mujer.
El propio Carlos Manuel de Céspedes, Padre de la Patria, en medio de su admiración elogió a aquella mujer camagüeyana que se había ganado un lugar en la historia. José Martí, resumiendo la emoción de aquel momento, diría: «… una mujer de oratoria vibrante, Ana Betancourt, anuncia que el fuego de la libertad y el ansia del martirio no calientan con más viveza el alma del hombre que de la mujer cubana».
También en esta fecha, a la distancia de 111 años, nacía Jesús Menéndez, el General de las Cañas, hombre de convicciones y lealtad a la clase obrera, que abrazó desde su adolescencia, con valor y energía, el ideario revolucionario y patriótico que reclamaba su pueblo.
Los cubanos, los obreros y trabajadores, especialmente los azucareros, lo recuerdan tal cual fue, con su inteligencia, desinterés, voluntad de lucha y coraje; su capacidad para hallar la clave de las situaciones en momentos difíciles, su cordialidad y “don de gente” que no atenuaban su firmeza revolucionaria, pues era como el acero, flexible; como el diamante, duro.
En solo siete años (1940-1947), gracias a su gestión se logró arrancarle a la oligarquía dominante, un total de 631 millones de dólares en favor de los trabajadores de la industria azucarera. Sus conquistas más significativas fueron el Diferencial Azucarero, la Caja de Retiro Azucarero y la Cláusula de Garantía, beneficiosas para la economía cubana y para el ingreso familiar de los trabajadores.
La cultura recorre transversalmente todos los ámbitos de la vida nacional y haciendo honor a ella, hoy celebra sus 58 años de vida la destacada cantautora y guitarrista Liuba María Hevia, embajadora de buena voluntad del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), por su labor a favor de los niños.
Como una de las más representativas intérpretes de la música contemporánea y miembro del Movimiento de la Nueva Trova, su obra también abarca un amplio abanico de géneros como la guajira, la habanera, el tango o el folklore latinoamericano; y ha sido merecedora de la Distinción por la Cultura Nacional, máximo galardón otorgado a los artistas que brindan aportes significativos.
¡A todos los trabajadores de la cultura, muchas felicidades!
