Esteban Salas en el patrimonio histórico y cultural cubano

Esteban Salas en el patrimonio histórico y cultural cubano
Tomada de Santa Basílica Metropolitana Iglesia Catedral de Santiago de Cuba (Facebook)

El 25 de diciembre de 1725, nació en La Habana, el eminente músico Esteban Salas Castro, considerado entre uno de los primeros compositores cubanos.

En la habanera Parroquial Mayor desarrolló sus habilidades en el canto llano, violín, órgano, contrapunto y composición, y pudo completar su formación después de ingresar al Seminario de San Carlos a la edad de 15 años. 

El obispo Francisco Agustín Morell de Santa Cruz facilitó que Salas fuera nombrado Maestro Interino de la Capilla de Música de la Catedral de Santiago de Cuba, comenzando el 8 de febrero de 1764 una estancia duradera en la ciudad que también admiramos hoy por ser muy musical. 

En 1790 fue nombrado sacerdote, y por ese entonces, su labor de composición de música religiosa era notable, con el valor añadido de escribir en algunos casos, la letra de las mismas. 

Según la revista Excelencias Cuba, “su extenso catálogo musical lo componen siete misas, diecisiete salves y motetes, salmos, himnos y autos sacramentales, y hermosos villancicos, religiosos y profanos”.

No obstante, en 1946 es cuando comienza a difundirse los extraordinarios aportes del músico, al publicarse en México el libro La Música en Cuba, de Alejo Carpentier.

El texto señala que “no acertamos a explicarnos cómo la obra y la personalidad de Esteban Salas han permanecido, hasta ahora, sumidas en la más absoluta obscuridad. No se le menciona, siquiera, en libros que han sentado cátedra y se estudian en los conservatorios por recomendación oficial. No aparece su nombre en ningún diccionario biográfico cubano”. 

“Laureano Fuentes, que lo cita de paso, en su libro Las artes en Santiago de Cuba, no parece haber hecho esfuerzo alguno por localizar sus partituras. (…) Sin embargo, por la importancia del papel desempeñado en la historia de la música cubana Salas era, sin duda alguna, el personaje que se hacía más merecedor de una acuciosa investigación”, argumenta Carpentier en su reflexión.

El 14 de julio de 1803, la muerte había sorprendido a Esteban Salas en suelo santiaguero, pero su quehacer en el siglo XVIII ya era parte de un legado que ocupaba primeros lugares en Cuba.

En la actualidad, el conservatorio de Santiago de Cuba y el Festival Internacional de Música Coral que se celebra allí cada dos años, llevan su nombre, así como el Festival de Música Antigua que tiene lugar anualmente en La Habana.

Para suerte del patrimonio histórico y cultural, buena parte de su acervo musical ha llegado a las casas discográficas, y como resultado de minuciosas investigaciones y estudios musicológicos, se han impreso y divulgado sus partituras.

José Luis Alvarez Suárez