Homenaje a Alicia Alonso en el Día Iberoamericano de la Danza
La Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) celebrará este 21 de diciembre el Día Iberoamericano de la Danza en homenaje al natalicio de la Prima ballerina assoluta Alicia Alonso.
Según el comunicado divulgado por el Ballet Nacional de Cuba, en el encuentro, que se efectuará a las 12:00, hora local, en la sala Villena de esa institución capitalina, estudiosos, compañeros de trabajo, amigos y admiradores, evocarán el inmenso aporte de la gran artista a la danza iberoamericana y al patrimonio universal.
También ese día, a las 10:00, en la Catedral de La Habana, tendrá lugar una misa por Alicia Alonso (1920-2019), con la participación de la Camerata Vocale Sine Nomine, bajo la dirección de Leonor Suárez, el tenor Alejandro Garbey y el organista Ramón Leyva.
El texto indicó además que la asistencia, tanto al acto en la Uneac como a la misa en la Catedral, es libre.
La eterna Giselle, quien falleció a la edad de 98 años, revive en el recuerdo y el legado inquebrantable del Ballet Nacional de Cuba que recientemente concluyó de manera exitosa la 27 edición del Festival Internacional de Ballet.
A ese conjunto y evento Alonso se entregó con pasión y esmero para lograr reunir en esta tierra pequeña a los más importantes y populares bailarines del mundo y hacer posible que intérpretes cubanos brillaran en prestigiosos escenarios y certámenes.
La célebre bailarina situó a la compañía entre las de mayor prestigio a nivel mundial, en tanto creó la Escuela Cubana de Ballet del cual emergieron destacadas figuras y puso en altos pedestales el nombre de su patria en casi 70 países de todos los continentes.
Merecedora de más de 200 premios internacionales e intérprete de obras clave en el panorama de la danza mundial, Alonso partió a la eternidad convertida en un símbolo de inspiración y guía, también fuera de los límites del escenario donde brilló tantas veces.
Carmen, Giselle y otras muchas icónicas obras del género bien pudieran llamarse Alicia, pues en su carne y con su maestría se esculpieron en el tabloncillo para grabar su nombre como figura cimera del ballet clásico en el ámbito iberoamericano.
Fuente: Prensa Latina