Homenaje a la doctora María Dolores Ortiz

Homenaje a la doctora María Dolores Ortiz

Los constantes flujos de imágenes e informaciones son favorecidos por doquier.

Así ocurre en la era de las no tan nuevas tecnologías… Las personas son portadoras de culturas que se adquiere mediante la vía oral desde la niñez. El cimiento del aprendizaje reside en la práctica de lecturas creativas, esta exige un proceso, el cual demanda entrenamiento.

Nuestro propósito es destacar los aportes de la valiosa intelectual María Dolores Ortiz, recientemente fallecida.

Ella fue un baluarte en el programa Escribe y Lea, que transmite el Canal Educativo cada miércoles, a las ocho y cuarenta y cinco.

Sus saberes, sensibilidad, maneras de expresarse y compartir conocimientos forman parte de un legado, el cual debe tener continuidad sistemáticamente en ese espacio y en otros de nuestra televisión.

La doctora María Dolores Ortiz motivó el interés por la lectura. En varias ocasiones recordó al inolvidable poeta Eliseo Diego, hombre educado, culto, y sus preceptos sobre el arte de contar cuentos, donde tras innumerables peripecias, los personajes viven muchos años y conquistan la felicidad.

Entre las audiencias hoy prevalecen una mayor familiaridad con el mundo digital y la búsqueda de la información inmediata sobre textos diversos mediante dinámicas relaciones.

El programa Escriba y Lea propicia la participación interactiva de los televidentes, refuerza su autoestima, motiva la necesidad cognoscitiva de títulos, autores, temáticas y saberes.

Beneficia a las mayorías la oportunidad de desentrañar interrogantes sobre fechas, épocas, países, personalidades de los ámbitos nacional e internacional.

Pensemos: el éxito del medio televisual reside en considerar la sagacidad y la inteligencia de los públicos para que estos tengan una incidencia mayor en el entendimiento de los mensajes.

Evocar a la doctora María Dolores Ortiz y su quehacer en el programa Escriba y Lea nos permite acercarnos a un panorama mediático, donde la promoción de la lectura merece tener una mayor presencia.

Otros espacios televisuales apenas mencionan el libro publicado en fecha reciente.

Es preciso involucrar a las personas en el disfrute de las diferentes publicaciones de manera creativa. Si ya no se escribe ni se lee como antes, tampoco se ve ni se representa como antes.

La visualidad entró a formar parte de la dimensión cultural, la cual es, al unísono, imaginario, entorno tecnológico.

Entre las estrategias concebidas para la promoción de la cultura tiene un especial significado la organización dramatúrgica. Estructurar, diseñar, colocar en orden de prominencia constituyen proyecciones esenciales.

De hecho, los contenidos de libros y la valía autoral de ningún modo pueden circunscribirse solo a programas concebidos estrictamente para invitar al disfrute de la lectura.

Sin duda, requieren estos tiempos, análisis sobre novedades literarias, obras de clásicos, pensamientos de literatos y otros expertos en diferentes disciplinas.

Es imposible olvidarlo, cada rama de la ciencia tiene su historia propia, un legado universal y estimula el acercamiento interdisciplinario que inspira nuestra tradición intelectual.

Guionistas y realizadores deben ser conscientes de la pluralidad de lenguajes que constituyen un flujo y reflujo informativo. Incluso prevalece una variación de sentido en las relaciones sociales, teniendo en cuenta los cambios en el desarrollo de infraestructuras y el notable incremento de la ocupación del tiempo frente a disímiles artefactos.

Incluso, ideas y valoraciones de la doctora María Dolores Ortiz pueden llegar a todos los segmentos de la sociedad mediante spots, cápsulas, anuncios, comentarios interesantes.

Apenas lo meditamos: leer es una transición de la pasividad a la actividad. El discurso lingüístico y el discurso icónico hablan en actitud comprometida, comprender uno, otro, amplía los modos de aprehensión de “algo” nuevo o de lo conocido desde un nuevo enfoque interpretativo.

Urge seguir estimulando la difusión masiva de la cultura. Contribuyen en este sentido al disfrute personal, estimular la curiosidad, las necesidades afectivas, la ampliación de nuestros mundos para defender un nexo duradero entre los seres humanos y el conocimiento siempre infinito.

Nunca olvidemos el legado de la doctora María Dolores Ortiz y la valía del espacio televisual Escriba y Lea, donde también nos enseñó a pensar.

Sahily Tabares Hernández

Dra. en Ciencias sobre Arte, periodista cultural y profesora‍ de la Universidad de La Habana.