Inauguran exposición colectiva Arena entre las manos

La exposición colectiva Arena entre las manos fue inaugurada este sábado en la Galleria Continua Habana, con obras de los artistas Daniel Buren, Iván Capote, Loris Cecchini, Elisabet Cerviño, Shilpa Gupta, Luis López-Chávez, Carlos Martiel, José Mesías, Hans Op de Beeck, Nari Ward y José Yaque.
La muestra con curaduría de Niurma Pérez explora la tensión entre las formas estables e inestables, la noción de lo transitorio y la temporalidad de las cosas. El instante en que hundimos las manos en la arena y agarramos un puñado puede ser realmente efímero. Las piezas registran, de diversos modos, esa sensación de lo mutable, lo fugaz o momentáneo.
Esta exposición inicia con un video que sumerge al visitante en el mundo sensorial del artista belga Hans Op de Beeck. Desfile tiene lugar en el escenario de un teatro, por el cual desfila una incesante procesión de personajes como un flujo de transeúntes en una calle, acompañados con una escenografía cambiante según la cadencia de las estaciones.
En la sala central el público puede apreciar un cuadrado gigantesco de líneas blancas y amarillas que se desliza de la pared hacia el suelo. No logra contenerseen los límites del muro, pero aún escurriéndose preserva su forma. Esta es una obra del francés Daniel Buren.

El centro de la galería lo ocupa Contra los poetas, una gran instalación de Luis López-Chávez, realizada a partir de residuos de madera cuyas superficies han sido cuidadosamente pulidas y pintadas de blanco. Un paisaje de formas inconclusas que incita al espectador a desarrollar cada fragmento, sumarle otro, reconstruirlo, adornarlo, crear con lo que aparentemente está imperfecto.
Por otro lado, componentes de motor fragmentados se esparcen sobre las superficies de los cielos, en la obra de Shilpa Gupta, quien alude al tráfico de motores que tiene lugar en la frontera de Bangladesh y la India, haciendo referencia a la cultura de la reparación, el camuflaje y la adaptación que prevalece en esta región fronteriza.
En Dislexia, del artista cubano Iván Capote, el espectador alcanza a leer: Life is a text that we learn to read too late (La vida es un texto que aprendemos a leer demasiado tarde), a medida que se desliza el brazo de la máquina sobre el aceite de motor. Más allá de descubrir los intersticios del lenguaje, la obra se centra en una creación conceptual de tradición lingüística que propone reflexionar sobre fenómenos ontológicos y existenciales.

Otros artistas cuyo acercamiento a la temática de la muestra destaca principalmente en el orden visual, son José Yaque, Elisabet Cerviño y el italiano Loris Cecchini. Del primero se exhibe una tela de grandes dimensiones de la serie de los minerales que investiga la pintura como objeto; mientras Elisabet Cerviño presenta un conjunto de láminas de cobre oxidadas, pertenecientes a la serie A cielo abierto, donde un paisaje misterioso de la naturaleza entra en diálogo con la industrialización. Por su parte, las Formas eólicas de Cecchini, se asemejan a fenómenos naturales tales como los paisajes desérticos.
Cercana a esta pieza se ubica El nivel de la decepción, una instalación de José Mesías donde una balanza experimenta un ligero movimiento constante a partir del aire de un ventilador a distancia. La belleza del objeto y su utilidad común, unida a la ligereza de su movimiento, construyen una imagen poética a la vez que inquietante.
En la planta alta el artista estadounidense de origen jamaiquino Nari Ward y el cubano Carlos Martiel, exploran la temática de la muestra en relación con problemáticas diversas y se exhiben las fotografías Tierra de nadie y South Body, de Martiel. En diálogo con las obras de Martiel, se erige Forma de llanto, Símbolo ascendente, una estrella hecha con cordones de zapatos. La obra de Ward entrelaza cuestiones como la ciudadanía, el consumo cultural, la discriminación y la pobreza, junto con sus propias experiencias vitales, primero en Jamaica y luego en Harlem.