Juan Blanco, precursor de la música electroacústica en Cuba

Juan Blanco, precursor de la música electroacústica en Cuba
Juan Blanco. Foto: Osvaldo Salas, tomado de Granma

Integrante de la vanguardia musical cubana y entre los primeros en Cuba en hacer música electrónica, Juan Pedro Blanco Rodríguez, destaca como compositor con un registro de más de 200 obras, que incluyen espectáculos multimediales.

A su genio no escapó la música coral, teatral, para danza, cine y hasta gimnasia, además de haber inventado un instrumento musical.

Nacido el 29 de junio de 1919 en la zona de Mariel, que en aquellos momentos pertenecía a la provincia de Pinar del Río, comenzó a estudiar música allí, pero fue en el Conservatorio de La Habana donde se perfilaron sus conocimientos de la mano de José Ardévol y Harold Gramatges, sus profesores.

Además, debe mencionarse su labor pedagógica en el Conservatorio Alejandro García Caturla, como director de la Banda del Estado Mayor del Ejército Rebelde y como crítico especializado en música para la sección Arte y Literatura, de la prestigiosa revista Bohemia.

Fue fundador de la Sociedad Cultural Nuestro Tiempo, de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba y organizador de la Brigada Hermanos Saiz.  Recibió en 2002 el Premio Nacional de Música, que otorga el Instituto Cubano de la Música, del Ministerio de Cultura.

Sin embargo, lo que más se reconoce en la trayectoria de Juan Blanco es su labor como músico experimentador y pionero en la introducción en Cuba de la música electroacústica y electrónica, sin haber sido lo que en estos tiempos solemos llamar un “nativo digital”, es decir, que durante su desarrollo profesional no existían los equipos electrónicos ni de procesamiento digital del sonido; no obstante, fue capaz de asimilar esos conocimientos y desarrollarlos.

Blanco fue fundador, en 1979 del Taller Icap de Música Electroacústica, que se convertiría en el actual Laboratorio Nacional de Música Electroacústica, y dos años más tarde organizó y presidió el Festival Internacional de Música Electroacústica Primavera en Varadero.

En 1959 trabó conocimiento con la vanguardia musical europea a través del escritor Alejo Carpentier, un gran conocedor del arte de los sonidos armoniosos, pero para Blanco aquello representaba, según sus propias palabras, un callejón sin salida, un concepto estrecho que se basaba en repetir lo que otros habían hecho ya, y eso no era lo que él deseaba.

Así fue que llegó al mundo digital, después de haber transitado un largo camino a través de etapas en las que su trabajo estaba más enfocado en lo cotidiano de la llamada música culta, y en el piano como instrumento básico o en las expresiones más nacionalistas.

Fue director nacional de Música del Consejo Nacional de Cultura, asesor musical del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (Icap) y de Casa de las Américas, guionista y conductor de un programa sobre música contemporánea en CMBF, Radio Musical Nacional, y vicepresidente de la sección cubana del Consejo Internacional de la Música de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), entre otras.

Su muerte, el 10 de junio de 2008, privó a Cuba de uno de los mayores exponentes de la cultura, su legado perdura y sirve de base a la vanguardia musical cubana, y acicate a aquellos creadores que verdaderamente aman y respetan el arte.

Gilberto González García