La décima como signo de identidad cultural. Revisitaciones en el Día de la Cultura Cubana

La décima como signo de identidad cultural. Revisitaciones en el Día de la Cultura Cubana
Foto: ACN

La Cultura en Cuba es hoy y siempre un signo de valor patriótico con repercusión en la vida cotidiana de la sociedad.

Pensemos en una expresión que cultivamos en comunidades, ciudades y zonas urbanas por su profunda significación en el alma y la conciencia de varias generaciones. Mediodía

Nos referimos a la décima, que junto a la música y casi siempre asociada a ella ocupa un lugar privilegiado en la cultura cubana. Esta estrofa se mantiene desde los orígenes de la nación, como un modo de expresión literaria preferida por los poetas populares y los improvisadores.

Analicemos desde el pensamiento crítico el sentido que tiene para la literatura cubana, la décima como un signo de identidad.

Foto: Magazine AMPM

Quizás poco reflexionamos sobre las expresiones del arte y de la literatura que conforman el gesto creativo y estético de nuestra nación. En Cuba, sin dudas, es la música la que mejor nos define. De ningún modo, por azar, la décima se asocia a ella. Los poetas populares y los improvisadores la asumen desde el dominio de lo popular en la tradición campesina de origen hispánico. Esto no quiere decir que solo se circunscribe al mencionado ámbito. La espinela es una presencia vívida en la obra escrita de los mejores poetas cubanos. La riqueza del idioma, de sonoridades y ritmos emerge en textos que estimulan la lectura, los saberes, el conocimiento, y la curiosidad hacia lo entrañable oculto en sentimientos y valores éticos. Además, constituye una forma de versificación que usan los trovadores y compositores musicales. La inmortalizan en sones, boleros, guajiras, y en las más diversas formas de la cancionística en Cuba sin excluir las modalidades y la riqueza del complejo de la rumba.

Reflexionemos; su naturaleza sonora y la flexibilidad al incorporar diversas gamas de sensaciones, nutren el reto permanente de asumirla en provecho del ingenio, y de la capacidad creadora individual y colectiva.

Al hacer memoria estimulada por la investigación y el pensamiento crítico indispensable en todos los tiempos, precisamos que no es hasta el siglo XIX, y con el auge del romanticismo que la décima pasa a ser la estrofa nacional y se arraiga definitivamente en nuestra tradición poética.

Es preciso indagar en lo propio; así descubrimos valores poco recordados de manera sistemática. Poetas como Plácido, José Joaquín Palma, Francisco Manzano, Juan Cristóbal Nápoles Fajardo, José Fornaris, y el más universal de todos los cubanos, José Martí, incluyen la espinela en sus estrofas; nutren la riqueza textual y de ideas en el universo nacional.

Sahily Tabares Hernández

Dra. en Ciencias sobre Arte, periodista cultural y profesora‍ de la Universidad de La Habana.