La importancia de las músicas en la formación cultural de los públicos

La importancia de las músicas en la formación cultural de los públicos
Foto: Uneac / Facebook

¡Quién puede dudarlo, las músicas forman parte del ser humano desde edades tempranas! Al hacer memoria recordamos canciones, ritmos, melodías, sonoridades. Muchos de ellos quedaron anclados al vivir situaciones gratas, difíciles o curiosas, sencillamente.

Pensemos en la presencia de las músicas al sentir las experiencias personales.

El disco es imprescindible como soporte del instante interpretativo; pues establece prioridades fonográficas artísticas. En ellas se destacan géneros que logran impactos sociales y culturales.

Lo que no se conoce, no existe. Lo que no se comunica, se silencia. El hábito de quien escucha es un eslabón imprescindible en el proceso de socializar discos, intérpretes y compositores.

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Canales de la Televisión Cubana, plataformas digitales, emisoras radiales, sedes teatrales influyen en la promoción oportuna y sistemática de fonogramas que privilegian tradiciones y estilos. Es preciso el análisis del impacto de la industria fonográfica como portadora de mensajes, símbolos, modos de vida, saberes, y servicios asociados al arte musical.

Pensemos, el valor del fonograma genera informaciones historiográficas y musicales que influyen en las políticas editoriales.

Recientemente, el Festival Internacional del Bolero celebrado en La Habana, reanimó la difusión que merece este género. Desde siglos pasados saltó del soporte musical al literario. Destacarlo en su integridad propicia contrarrestar expresiones musicales chacabanas y agresivas.

La creación bolerística nos enaltece, refuerza los valores identitarios. La identidad, el género constituye uno de los significativos aportes de Cuba al quehacer musical caribeño y latinoamericano.

Archivos, figuras relevantes, tendencias, enriquecen el patrimonio musical, los valores autóctonos; son renovados mediante jóvenes y consagrados, quienes legitiman raigambres e innovaciones.

Sin duda, apremia continuar estimulando la investigación musicológica; pues es un terreno fértil, favorece enfoques antropológicos, psicológicos y la mirada transdisciplinar.

Hay que estimular la formación del gusto estético; este depende de la facultad de captar matices, variaciones auditivas, visuales, jamás se improvisa, demanda aprendizajes continuos.

Sahily Tabares Hernández

Dra. en Ciencias sobre Arte, periodista cultural y profesora‍ de la Universidad de La Habana.