La telenovela brasileña Nuevo sol y su defensa del amor
¿Por qué le interesó a una buena parte de las audiencias la telenovela brasileña Nuevo sol?
La interrogante surge en este segmento para que reflexionemos sobre los códigos y el lenguaje de una trama violenta, donde lideraron lágrimas, secretos, susurros y la felicidad siempre pospuesta.
Brasil y sus realizadores suelen asumir la dramaturgia del género como un instrumento de trabajo para la construcción del relato plagado de conflictos, verdades a medias, ausencias y trampas condicionadas, a veces, por lo imprevisto y la inocencia de personajes-tipos.
La indagación: qué ocurrirá hoy, mantuvo “atrapados” a públicos de diferentes edades. Quizás los motivo el afán de vivir aventuras inimaginables. Incluso, los avezados en este tipo de producción telenovelesca, prefirieron el disfrute ante la posibilidad de descubrir posibles soluciones a conflictos añejados en las historias de los personajes-tipos
Tanto la dirección de fotografía como la selección del reparto y el desempeño de actores y actrices estuvo regido por un precepto esencial: convencer. El equipo creativo defendió en la puesta televisual el amor como tema hegemónico. Y lo mantuvo hasta la última escena a pesar de disímiles obstáculos. El imperio de la sinceridad de los sentimientos fue un recurso bien llegado y traído.
Meditemos sobre estos aspectos, pues en las producciones cubanas, en ocasiones, se pierde la brújula para incluir lo humano, lo poco imaginado, y tantos planteamientos que relegan el entretenimiento y hacen énfasis en el sentido social de la propia vida.
Los realizadores brasileños cuidan con especial esmero los diálogos sostenidos por informantes, vengadores y asesinos. Esos intercambios o maneras de enfrentamientos, permitieron desarrollar una narrativa plena de fatalidades subsanadas cada tres capítulos. En ellas, las acciones físicas adquirieron sentido dramático en la más sutil expresión del carácter de cada personaje-tipo.
No lo olvidemos, en Nuevo sol estuvieron presentes las fuerzas de los sentimientos y de la ética. Ambos son inseparables del género telenovela. Provienen del romanticismo del siglo XIX y de las referencias a nombres imprescindibles: Charles Dickens, Honoré de Balzac y Alexandre Dumas.
Nos interesa estimular en nuestras audiencias la criticidad cognitiva. Nunca abandonen la perspectiva de espectador o espectadora al analizar los procesos dramatúrgicos que en telenovelas y otras producciones audiovisuales pueden nutrir las ideas y el pensamiento. Pensemos en esto.