Múltiples lecturas desde el 45º Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano

Múltiples lecturas desde el 45º Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano

¿Qué sentimos ante filmes sobre duras realidades contentivas de oscuridades, deseos insatisfechos, máscaras y ansiedades imprevistas? ¿Cómo reaccionamos si las familias de los relatos cinematográficos son disfuncionales?

Estas, entre otras interrogantes, comparten los públicos en La Habana durante la edición 45 del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano. Le proponemos pensar juntos la posibilidad indagatoria que ofrece el arte al motivar múltiples lecturas probables.

De acuerdo con el semiólogo Umberto Eco al expresar sus teorías sobre la obra abierta, esta no se completa hasta tanto no ser recibida, por eso hay tantas obras como espectadores posibles.

Ante la cartelera del Festival, es preciso determinar: ¿Qué elegir? Ciertamente, una sinopsis influye en el despeje de la pregunta. Pero, después, en la sala oscura, nos asaltan otras dudas. El riesgo está al alcance de todos.

En La Habana, la edición 45 del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano propicia conocer estéticas y relatos contados por artistas de países, idiomas y culturas diferentes.

Bandos en pugnas, agresividades y golpes demoledores serán narrados para que alerten, adviertan y movilicen emociones en el alma y la conciencia. Liderarán las implicaciones del destino, los desafueros emocionales, las sorpresas que deparan el amor y la muerte.

No solemos reflexionar sobre estos laberintos; sin duda, el Festival de La Habana es una invitación a pensar el arte en su amplia y enriquecedora dimensión.

Interpretemos ideas propositivas en filmes, documentales y animados renovados, pues los realizadores les añaden nuevas significaciones a hechos, situaciones y conflictos. Al valorar las dimensiones filosófica y conceptual del arte solo suele analizarse el contenido. Se pierdes de vista la dimensión holística del proceso creativo y el criterio de que la forma es parte de ese contenido. Ambos elementos son esenciales para comprender en cada puesta el sentido cultural. En este, la investigación previa determina la calidad del resultado artístico.

Nunca lo olvidemos, el valor estético y la originalidad de la poética se redescubren al apreciar la visualidad, el montaje y el sonido, pues estos elementos aportan recursos productores de sentido, a partir de la progresión dramática de los relatos.

Sin duda, la edición 45 del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano incentivará meditar sobre ideas que despliegan los realizadores al plantear temas complejos, conflictos y problemáticas del mundo actual. De ningún modo existen rutas únicas para interpretar los métodos creativos y las técnicas empleadas por cada creador o creadora al concebir realidades-otras. Sugerimos a las audiencias implicarse en el arte cinematográfico no solo desde el gozo y el entretenimiento; sino, también, desde el pensar.

En este Festival hemos seguimos atentos al bregar de quienes revelan lo cotidiano, la memoria y el presente. En próximos comentarios compartiremos reflexiones sobre determinados títulos y estéticas. Este avance solo pretende indicar que no se puede modelar una estructura crítica del arte sin la intervención de la subjetividad personal y de la inteligencia lectora desde edades tempranas.

Sahily Tabares Hernández

Dra. en Ciencias sobre Arte, periodista cultural y profesora‍ de la Universidad de La Habana.