Nelson Dorr: adiós a un maestro de la escena cubana
Este domingo, el mundo de las tablas despide a uno de sus más grandes exponentes en la Isla. El dramaturgo y narrador cubano Nelson Dorr, Premio Nacional de Teatro 2011, falleció en las primeras horas de esta mañana.
Nacido en La Habana en 1939, Dorr sobresalió por su amplia trayectoria de trabajo escénico, que le avalaron los aplausos del público y de la crítica durante más de cuatro décadas de prolífica creación.
Conocido como el padre del teatro cubano revolucionario, Nelson Dorr ostentaba el Premio Omar Valdés de la Asociación de Artistas Escénicos de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), de la cual fue su Vicepresidente, y además, dentro de la asociación, fue presidente de la Sección de Teatro Musical.
En sus más de 80 años, resaltó por su maestría en la realización de teatro musical y desde muy joven, siempre tuvo claro el sueño de dirigir en las tablas, reconocimiento que le regaló la vida y años de esfuerzo y dedicación.
Graduado en la prestigiosa escuela de San Alejandro, su primera experiencia como director teatral fue la puesta en escena de “Las pericas”, encaminándose hacia el escenario donde se inició como actor en el Teatro Universitario.
En aquel entonces Dorr apostó por la obra “La peste viene de Melos”, del argentino Osvaldo Dragún.
Creó un nuevo grupo teatral, bajo el nombre de Conjunto de Los Trece hasta que en 1961 halló su verdadero camino en el Conjunto Dramático Nacional en el cual laboró como asistente del director Néstor Raimondi, también de Argentina.
Desarrolló actividades teatrales en diferentes centros donde montó escenas de “La ramera respetuosa”, del eminente escritor, novelista, dramaturgo y filósofo francés Jean Paul Sartre. Igualmente, realizó la puesta en escena de la farsa francesa “La jaula” y varios títulos de su hermano, el dramaturgo Nicolás Dorr.
Otras de sus obras son “El pagador de promesas”, “Madame Butterfly”, “La fierecilla domada” y “La corte del faraón”.
Desde su debut como director hasta la fecha de su desaparición, Dorr se presentó en los escenarios con más de cien títulos correspondientes a una variedad de géneros y formatos, como el monólogo, la ópera, el teatro musical. Asimismo, destacó por su trabajo como guionista de cine, ballet y danza.