Pedro Pablo Rodríguez: «acudir siempre a José Martí»
Aun a sus magníficos 79 años -que cumple precisamente este 29 de junio- me lo imagino en cada jornada como un ferviente lector, ávido de nutrir sus búsquedas históricas, sus fundamentos políticos, para luego regalarnos la magnífica obra que lleva con decoro, en perfecta simbiosis con su vida.
Es gratificante verlo siempre presto al debate y la reflexión con ese racimo de argumentos que le brota de sus labios de la manera más natural y convincente, con toda sencillez, porque lo sabemos un hombre adiestrado para las grandes batallas.
¡Qué cubano no lo ha visto, aunque sea alguna vez, intervenir de manera brillante en importantes espacios nacionales e internacionales ante la presencia de intelectuales, historiadores, escritores y artistas para, de manera irrevocable, darnos la certeza de su pureza ideológica y de sus enseñanzas! Mucho de José Martí ha quedado prendado en el magisterio de Pedro Pablo Rodríguez, destacado intelectual, investigador y periodista cubano.
Pero su obra más excelsa, no de un día sino de varias décadas, ha sido dirigir la edición crítica de las Obras Completas de José Martí, esa suerte de compilación, hasta ahora en 32 tomos publicados (y otros 2 en proceso de elaboración), con gran riqueza de detalles en las notas e índices, informaciones sobre personajes históricos, manuscritos, proclamas, discursos, ensayos, dibujos, hechos… seleccionados con un rigor científico envidiable.
¡Qué cubano no ha leído en partes o totalmente los artículos, ensayos y libros de Pedro Pablo, publicados en Cuba y en muchos otros países, sobre los temas más diversos, que incluyen sobre todo la vida y obra martiana y de Máximo Gómez, las luchas por nuestra independencia, los pensamientos revolucionarios en cada etapa, Latinoamérica, las relaciones Cuba – Estados Unidos, e incluso, el pensamiento económico cubano!
¡Cuántos nos hemos formado bajo su maestría, como discípulos u oyentes, para hacernos entender lo esencial y urgente que se nos hace siempre volver a Martí! Su mayor grado científico, a decir de quienes le conocen, es su humildad y ser, ante todo, un buen revolucionario, consciente del momento histórico que le ha tocado vivir y muchas veces conduciendo certeramente desde determinadas responsabilidades.
Por eso, sin minimizar todos los numerosos reconocimientos oficiales, científicos, culturales y periodísticos que ha recibido, siempre destaca el respeto y el cariño de su pueblo, que hoy lo felicita en ocasión de sus 79 años de vida.
