Sobre la culpa trágica que propone la serie turca La novia de Estambul o Eternamente

Sobre la culpa trágica que propone la serie turca La novia de Estambul o Eternamente

El interés de los televidentes en la serie turca La novia de Estambul o Eternamente motiva a preguntarnos: ¿Por qué la culpa trágica de los personajes Faruk y Sureyya continúa seduciendo a pesar del sufrimiento prevaleciente en esa relación durante varios capítulos? La puesta es transmitida por el Canal Multivisión, de lunes a viernes, a las tres de la tarde y por la noche, a las diez.  Sobre esa característica dramatúrgica del género tragedia reflexionaremos.

Apelar a la cotidianidad es recrear situaciones de la vida común del ser humano en un relato que expresa conflictos y contextos en cualquier lugar del mundo. Así ocurre en la serie turca La novia de Estambul o Eternamente, basada en hechos reales. Esa credibilidad emana de la realidad ficcional, incluso influye en el orgánico desempeño de actores y actrices y en la dimensión comunicacional de una estética específica. Recurre a las emociones y al uso de la oralidad sin obviar el despliegue de un determinado modelo moral, el cual debe ser creíble, de lo contrario no convence.

Insistimos en pensar junto a ustedes en la caracterización de las individualidades de Faruk y Sureyya, porque ambos personajes demuestran la profundización de lo que sienten y cómo lo sienten a partir de ricos y variados matices psicológicos. Quienes diseñaron el concepto de cómo contar la historia hicieron prevalecer varias categorías de lo tráfico en un género de fuertes connotaciones: social, cultural, personal y antropológica.

Justamente, en ese universo complejo, pleno de vicisitudes, nunca pueden faltar la lealtad, el compromiso y la posibilidad de avanzar en la vida. La culpa trágica es, necesariamente, una culpa moral. Esta esencia taladra el alma y la conciencia de personajes implicados en algo tan difícil de entender: ¿por qué si se aman no pueden ser felices? La trascendencia de dicha interrogante impacta el saber de los implicados en el acto creativo y las motivaciones del televidente. A toda costa defiende el amor, sentimiento que merece ser interiorizado en su dimensión salvadora ante el desarraigo, la angustia y la soledad. 

Otra singularidad dramatúrgica de la puesta es su ritmo lento. La propia naturaleza de la técnica empleada es minuciosa, hace énfasis en la caracterización durante la acción dramática. Su realismo da la impresión de vaivenes, de marcha gradual por las interioridades de los conflictos, de los fracasos y los éxitos.

Sin duda, en la serie turca La novia de Estambul o Eternamente las soluciones dramatúrgicas han sido diseñadas para cautivar y mantener al televidente implicado en una narrativa que carece de inocencia. Hace pensar en nosotros mismos y en el otro ser humano. Pensemos en esto.

Sahily Tabares Hernández

Dra. en Ciencias sobre Arte, periodista cultural y profesora‍ de la Universidad de La Habana.