A Raúl Díaz Argüelles se le ha rendido justamente homenaje cada 11 de diciembre, desde el día en que en 1975 cayó combatiendo en el norte de Ebo, Angola, con apenas 39 años de edad y se le otorgó poco después el ascenso póstumo a General de Brigada, el reconocimiento más alto a un militar que cae cumpliendo con su deber.

