La noche lucía resplandeciente en una Habana que mostraba sus mejores galas el 15 de febrero de 1898. Sus pobladores disfrutaban de los placeres nocturnos como un día más.
La noche lucía resplandeciente en una Habana que mostraba sus mejores galas el 15 de febrero de 1898. Sus pobladores disfrutaban de los placeres nocturnos como un día más.