Aquellos tres jóvenes que conmocionaron a la ciudad de Santiago de Cuba el 30 de junio de 1957 eran todo valor y coraje, muy decididos en el cumplimiento de sus misiones, por muy arriesgadas que fueran.
Aquellos tres jóvenes que conmocionaron a la ciudad de Santiago de Cuba el 30 de junio de 1957 eran todo valor y coraje, muy decididos en el cumplimiento de sus misiones, por muy arriesgadas que fueran.